“En un país donde matan a 10 mujeres al día, la rabia y la indignación tienen razones de sobra. No podemos permitir que la gravedad de la violencia feminicida siga siendo cuestionada por quienes deberían tomar acción para frenarla.” (México Evalúa @mexevalua)

Para mí, es indeclinable la lucha contra la violencia hacia las mujeres, me parece que nadie debe claudicar en ese empeño y mucho perdemos cuando las cosas no las llamamos por su nombre. Y no me vengan con “la obviedad” de que lo que hay que condenar es todo tipo de violencia, es decir, contra hombres y mujeres. Claro que toda violencia es condenable, pero en el caso del feminicidio, la agravante es que el homicidio se da por ser mujer, lo cual tiene una carga mayor de violencia y es un signo claro del desprecio hacia las mujeres que no es de hoy ni de estos años.

El desprecio a las mujeres es desde el “ya cállate”, hasta el feminicidio. Y la violencia está afectando la vida de millones de mujeres y millones de familias. El crecimiento del feminicidio ha sido exponencial y merece una atención del Estado mexicano y por Estado me refiero no sólo al presidente de la República, sino a todos y a todas.

Una y otra vez tenemos que hablar de evitar la violencia contra las mujeres. Frente a los números alarmantes en nuestro país no podemos contestar que es más importante “la rifa, que no rifa, del avión, que no avión”, aunque a todos nos queda claro que el avión ha sido muy rentable para la comunicación de este gobierno; pero no querer diseñar algo serio para combatir el feminicidio no tiene justificación alguna.

Por eso vuelvo a traer algunas propuestas para que puedan ser estudiadas para combatir esta tragedia nacional:

1. El feminicidio debe ser una prioridad nacional.

2. El tipo de feminicidio debe ser claro para autoridades y para cada una de las entidades federativas.

3. La Alerta de Género debe ser revisada de principio a fin para encontrar el incentivo correcto a fin de que esta alerta tenga su eficacia debida.

4. La Alerta de Género debe estar acompañada de un presupuesto.

5. El banco nacional de datos del feminicidio debe ser oficial y tomar en cuenta lo que las organizaciones han venido realizando en este conteo. El sistema de datos debe ser transparente y elaborado de tal manera que pueda permitir un mapa de riesgo claro para la efectividad de cualquier política al respecto.

6. Las fiscalías deben realizar operativos focalizados, disuasivos y de intervención.

7. Además del banco nacional de datos del feminicidio, debe existir un registro de víctimas directas ante la crisis que estamos viviendo.

8. El Estado debe trabajar con las víctimas (siempre invisibles) de este delito. En caso de los hijos de las mujeres asesinadas, el Estado debe encargarse de su desarrollo integral y de su estatuto jurídico.

9. Debe trabajarse directamente con las familias y organizaciones para tener un amplio programa de prevención de la violencia contra las mujeres. Es decir, estrategias para detectar y prevenir el feminicidio.

10. Elaborar un curso elemental con MP especializados, abogadas, doctores, peritas especializadas, psicólogas que comprendan el problema y las consecuencias de la violencia contra las mujeres, a fin de que sea impartido en la Presidencia de la República y se extienda a las autoridades que no entiendan y que urge su actuación.

Por favor: el verbo debe ser escuchar y no evadir para poder actuar y evitar.


Abogada

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