Las redes sociales nos han mostrado una serie de imágenes en las que se alcanza a ver la gravedad de los daños que ha ocasionado el huracán Grace en Veracruz. Vimos, por ejemplo, calles de la ciudad de Poza Rica en las que prácticamente desaparecieron los negocios; en Coatepec, la corriente del agua arrastraba lo que se encontraba de frente; en Xalapa, hasta ataúdes de una funeraria flotaban por las avenidas. Allí escuchamos la desgarradora narración de Abraham sobre la muerte de sus cinco hijos y la de su esposa. 22 municipios de Veracruz han entrado en declaratoria de emergencia por parte de la Coordinación Nacional de Protección Civil.

Aunque el gobierno lo niega, la fuerza de los huracanes se ha incrementado en gran parte por el cambio climático. Sin embargo, la tragedia principal radica en la actitud pasiva de la autoridad y el abandono del partido gobierno Morena que le ha dado a protección civil el menor presupuesto de los últimos diez años, además de eliminar el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), que era un instrumento financiero que apoyaba, en cuestión de horas, a municipios y entidades precisamente en este tipo de casos, con el fin de lograr la reconstrucción de los servicios de infraestructura de la manera más pronta posible. El dinero se ha ido a programas clientelares, a obtener votos para morena y poco o nada ha quedado para este tipo de emergencias.

Al pueblo de Veracruz le han enviado un “tuit” diciendo que no estaban solos, pero se saben solos y sin estrategias, sin planes ni acciones.

Aquí les mando algunas ideas que podrían integrar al plan que debieron haber creado previamente para tener claras las medidas que ayudaran a reducir la mortalidad y las afecciones en el caso de huracanes:

1.- Emitir información diaria durante los primeros quince días sobre la situación y los posibles cambios de clima; así como las autoridades encargadas, localización de los albergues en funciones y el calendario y horario de las reuniones del gabinete.

2.- Plan y ubicación de albergues y refugios, perfectamente identificados en cada uno de los municipios declarados en emergencia. De cada albergue, debe informarse las especificaciones y las instituciones o la organización encargada de gestionarlo. Cada albergue debe tener un diagnóstico de las personas y familias que estén en éste y las visitas correspondientes en materia de salud.

3.- Un programa de Empleo Temporal para las limpiezas de casas, la elaboración de un censo de damnificados y de necesidades inmediatas.

4.- Reconocimiento y, en su caso, creación de redes y organizaciones sociales que puedan prestar servicio en estos albergues.

5.- Un programa de ayuda económica que permita la reactivación económica entre los comercios de cada lugar.

6.- La instalación de centros de acopio y distribución de ayuda humanitaria.

7.- Que el gobierno del estado de Veracruz gobierne en lugar de perseguir a diputados federales electos para meterlos a la cárcel, únicamente porque son opositores.

8.- Que el gobierno federal gobierne, en lugar de perseguir a quienes disientan.

Veracruz bien puede ser un espejo de lo que pasa cuando un gobierno que prometió gobernar “para el pueblo” deja desprotegidos a quienes les dieron su voto y su confianza, en aras de implementar políticas de polarización y encono que les permitan mantenerse en el poder. Debemos voltear la mirada hacia los veracruzanos que necesitan apoyo y ayuda en esta emergencia y, después, volver esa misma mirada hacia un gobierno que los ha dejado en el abandono.

Abogada.

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