Tuve el privilegio de encabezar una delegación de líderes latinos en la 23ª edición de México Siglo XXI, organizada por las Fundaciones Carlos Slim y TELMEX Telcel. Más de 10 mil becarios se reunieron en el Auditorio Nacional, sumando ya 230 mil jóvenes inspirados a lo largo de 23 años. Para nuestra delegación, el momento fue doblemente especial: celebramos también el 10º aniversario de nuestro programa Building Bridges, un esfuerzo dedicado a conectar comunidades a través de las fronteras.

La labor de la familia Slim en este terreno merece un reconocimiento profundo. Los programas sociales apoyados por la Fundación Carlos Slim han beneficiado a más de 57 millones de personas de todas las edades, mejorando su calidad de vida, fortaleciendo sus habilidades y ampliando sus oportunidades. Su compromiso va más allá de las becas: abarca salud, desarrollo laboral, emprendimiento e inclusión digital. Y lo más importante, es un esfuerzo familiar en el que cada integrante participa activamente, asegurando la continuidad de esta visión.

Este año, la inspiración llegó en múltiples formas. La Reina Rania de Jordania habló de empatía y valores compartidos; Joy Buolamwini subrayó la urgencia de una inteligencia artificial ética y centrada en el ser humano; Marian Rojas Estapé ofreció reflexiones sobre salud mental y resiliencia. El comediante Franco Escamilla mostró cómo la risa también enseña y une, mientras que Kevin Costner habló del poder de la narrativa y la responsabilidad ambiental. Y en un momento que electrizó al público, Serena Williams tomó la raqueta junto a Arturo Elías para un mini partido… ¡en tacones!

Nuestra delegación también escuchó las palabras de la Dra. Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz, quien dedicó su vida a la defensa de la dignidad y los derechos humanos de los pueblos indígenas. Su mensaje resonó especialmente cuando compartimos una cena de trabajo con el Embajador de Estados Unidos Ron Johnson: no siempre es necesario coincidir en todo; a veces, el simple acto de compartir la mesa abre perspectivas, genera confianza y siembra la colaboración.

El día cerró con gestos simbólicos: miles de estudiantes encendieron las linternas de sus celulares para “iluminar el futuro”; el clavadista Osmar Olvera y la Selección Mexicana Femenil de Tocho Bandera, bicampeona mundial, representaron disciplina y trabajo en equipo; y el dúo Ha*Ash convirtió el Auditorio en una celebración de esperanza y cultura.

Para mí, esto es lo que significa Building Bridges: educación, salud, desarrollo laboral, emprendimiento, cultura y, sí, también el deporte. Porque el deporte nos recuerda que el trabajo en equipo y la perseverancia trascienden fronteras. Por eso creo que iniciativas como el North America Business and Sports Forum pueden convertirse en plataformas clave para unir aún más a nuestras comunidades.

El camino a seguir

  • Ampliar el acceso a programas educativos y de capacitación laboral como Acceso Latino y Capacítate para el Empleo.
  • Fomentar el diálogo en más espacios de intercambio binacional.
  • Elevar el deporte y la cultura como fuerzas de unión.
  • Impulsar un crecimiento incluyente que beneficie a las comunidades latinas en ambos países.

Encuentros como México Siglo XXI nos recuerdan que el progreso no es tarea de un solo gobierno o institución: es una responsabilidad compartida. El liderazgo de la familia Slim demuestra lo que es posible cuando la visión se acompaña de compromiso.

Si una sola familia ha logrado transformar la vida de 57 millones de personas, ¿qué podrían lograr nuestras naciones si adoptáramos con la misma fuerza el espíritu de tender puentes?

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