“Gracias al papa Francisco” —León XIV

La elección el día de ayer del papa León XIV ha marcado un hito significativo tanto para la Iglesia Católica como para la comunidad internacional. Nacido en Chicago como Robert Francis Prevost en 1955, es el primer pontífice estadunidense aunque también posee la nacionalidad peruana debido a más de 40 años de servicio misionero en Perú.

Su elección marca una Iglesia más global y diversa continuando con el legado de Francisco y se exhibe un liderazgo que reconoce la importancia de América Latina, los tiempos convulsos globales y el papel del catolicismo contemporáneo.

El pontificado de León XIV introduce una dinámica compleja en la relación con el presidente Donald Trump —quien hace unos días subió una foto elaborada con IA vestido de papa desatando una ola de críticas por parte del mundo católico y de líderes a nivel mundial, originando además una fuerte postura de la Conferencia Católica de Nueva York acusándolo de burlarse de la fe— ya que tanto su ideología como sus posturas presentan contrastes significativos.

El cardenal Robert Francis Prevost un políglota matemático miembro de la Orden de San Agustín, ha expresado abiertamente críticas hacia las políticas promovidas por el inquilino de la Casa Blanca, especialmente las relacionadas con temas de migración. Ha respaldado artículos que cuestionan también algunas posturas del vicepresidente J.D Vance, defensor de la mano dura trumpista, con el argumento de que las mismas son contrarias a los valores cristianos de amor y acogida sin fronteras. Férreo opositor a la pena de muerte, su compromiso con la justicia social y la inclusión está alineada con la visión reformista de su predecesor.

En el contexto actual de un mundo que vive tiempos de guerra, violencia y polarización, el mensaje desde el balcón en una plaza atiborrada de fieles el día de ayer, fundamenta quizá lo que será uno de los pilares de su pontificado: la paz por encima de todo.

Tender puentes para establecer comunicación, facilitar el diálogo y la cooperación entre naciones y actores que están divididos, enfrentados y/o desconectados. Superar las diferencias, resolver conflictos y fomentar el entendimiento mutuo. Un papado para el momento extraordinario que vive el mundo. La combinación de transformaciones profundas y aceleradas aunado a los desafíos económicos, crisis políticas y sociales y las nuevas amenazas de pandemias son una preocupación global. Los conflictos que no siguen las reglas tradicionales de la guerra regular también son contexto actual de estrategias y tácticas que buscan desestabilizar y desgastar a actores mundiales sin un enfrentamiento directo.

El nuevo orden geopolítico integra en la figura de León XIV a un nuevo protagonista, un católico que emula la reivindicación de los migrantes y que aboga por la paz mientras en un lugar no muy lejano del Vaticano posaban juntos Putin y Xi Jinping. Ambos eventos marcando un innegable punto de inflexión; al buen entendedor…

@GomezZalce

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