Sabemos que la economía mexicana se estancó en 2019 y tuvo una pronunciada contracción en 2020 del 8.5% negativo derivado de la pandemia, la incertidumbre y la desconfianza política que genera la 4T en el sector empresarial.
En otras palabras, los negocios en México enfrentan una severa crisis que habrá que sortear reconociendo que siempre hay dos caras: la del peligro y la de la oportunidad.
¿Cómo enfrentar la crisis? Trataré de responder dando algunos tips prácticos que espero sean de utilidad.
-En una crisis lo primero que vemos como amenaza es una caída en los ingresos de los negocios. Esto nos obliga por consecuencia a bajar gastos y costos especialmente los fijos.
-También en paralelo se hace necesario analizar de manera creativa y proactiva cómo se pueden generar ingresos ya sea para incrementar las ventas o bien para que caigan lo menos posible.
-Debemos cuidar el flujo de efectivo cobrando y tomando decisiones comerciales que generen flujo, no solo facturación.
-Revisemos cómo está la estructura financiera, balance, tanto el apalancamiento, es decir qué tanto debemos, así como los plazos de vencimiento.
-Hagamos proyecciones realistas y conservadoras, desechando números alegres de buenos deseos.
-Los problemas de operación impactan el estado de resultados, los problemas de estructura financiera impactan el balance. Las soluciones también; y recuerda que el vaso comunicante de ambos estados financieros es el renglón de las utilidades.
-Verifica la posición competitiva de tu negocio y toma decisiones con ello en mente. Las decisiones no serán iguales si tu negocio es líder o fuerte que si es débil.
-Mantén estrecha comunicación con tus clientes y proveedores para conocer sus necesidades. También establece cercanía con los bancos, ya que ellos quieren conocer tus planes para saber a dónde vas.
-Haz tu análisis FODA: fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas.
-Enfócate. Las crisis exigen más que nunca “lo de zapatero a tus zapatos”, concéntrate en tu negocio principal. La dispersión te debilita porque las crisis demandan tiempo y dinero, y ambos son recursos escasos.
-No te engañes a ti mismo, cegándote a la realidad. No asumas que mejorarás los ingresos rápidamente en el corto plazo cuando tu historia dice otra cosa. Proyecta lo factible de manera realista.
-Las crisis exigen decisiones difíciles del empresario, siendo las más difíciles las decisiones de abandono. Analiza con frialdad la viabilidad de tu negocio ante la nueva realidad. No le metas orgullo, métele cabeza. Entiende que muchas veces habrá que podar el árbol para salvar el tronco. Pregúntate: ¿qué línea de productos debo cortar?, ¿qué sucursal debo cerrar?, ¿qué empresa o proyecto debo abandonar?, ¿qué proyecto debo parar porque demandará no solo inversión fija, sino también capital en trabajo?, ¿qué terreno debo vender para pagar deudas?
-Un problema atendido oportunamente será siempre menor en magnitud y costo que si lo dejamos crecer negligentemente. No entremos en la negación ni en la evasión, enfrentémoslo responsablemente, incluso pidiendo ayuda. Los problemas no se arreglan solos con el tiempo, hay que atorarles.
Finalmente recuerda que una de las definiciones de rentabilidad es margen por rotación, y que si tu negocio es de bajo margen tienes que darle rotación a tu inventario. Puedes implementar promociones que aun cuando te reducen el margen te ayudan a darle salida a tus productos y lograr una rentabilidad adecuada.
Ingeniero industrial, empresario