Ciro Gómez Leyva se animó a escribir en un libro que tituló “No me pudiste matar”, que edita Planeta, la muy difícil experiencia que atravesó la noche del jueves 15 de diciembre de 2022, a 400 metros de donde vive en la Ciudad de México. Le dispararon en 9 ocasiones desde una motocicleta en marcha, y efectivamente no pudieron matarlo sustancialmente porque la camioneta en la que viajaba tenía un blindaje nivel 4 que le permitió sobrevivir a esa experiencia traumática.

Narra en 224 páginas una experiencia conmovedora de lo que vive una víctima que sobrevive a un atentado en nuestro violento país, sí, pero también de lo que es una reflexión de la propia sobrevivencia.

Enfrenta con valentía el hecho de no saber con certeza quién lo mandó matar y por qué. Porque alguien lo mandó matar y en este país de las muchas dudas que quedan de los asesinatos del día con día, no se puede saber quién demonios lo mandó matar y efectivamente, por qué. ¿Quién lo quería muerto? ¿Para qué? ¿Con qué fin? ¿Qué ganaban? ¿Qué buscaban? Tantas preguntas que me da la impresión de que se van a quedar sin respuesta real, firme y como dicen los abogados, sin verdad histórica.

Una de las hipótesis que ha vuelto locos a los amantes de “él” -como le llama Ciro en su libro-, piensan que Ciro está deschavetado cuando dice que nada le gustaría más que al final de las investigaciones se supiera que ese señor fuera el responsable del intento de la muerte de Ciro. Lo deja claro el planteamiento en la página 48.

“Si la pregunta es si me gustaría que al final de la historia, él surgiera como el autor intelectual, como un Vladimir Putin o el príncipe heredero saudita Mohamed Bin Salmán, como el autócrata que manda matar periodistas, la respuesta es sí, me fascinaría en toda la extensión de la palabra. Sería muy seductor decir que el poder, que el Presidente, que el grosero populista autoritario que busca aplastarnos con la ley del más fuerte, el dictador moral, el poderoso miserable, el miserable poderoso, trató de matarme y no pudo”.

Otro de los puntos relevantes de la larga reflexión que hace Ciro en su libro es tratar de plantear un entendimiento de las razones de sus acciones, por lo pronto, de los 6 personajes que están responsabilizados de intentar matarlo.

Dice Ciro en su libro en la página 71: “¿No es más atractivo tratar de comprender sus motivaciones y sentimientos con la relativa distancia anímica y metódica con la que debería aproximarse un profesional? ¿O debemos dejarle esa labor a los neurocientíficos o a los genetistas?”

“Trataba, en fin, de mantener las razones y deseos para no hacer perdurable el rencor y, para no olvidar, al día siguiente del atentado icé la expresión breve ‘La Vida sigue’ y hay que hacerla mejor”.

Ciro le da una entrevista a Denise Maerker, quien estrenó podcast apenas esta semana, y hablaron de este tema. Dice Ciro que a quien le disparó, un joven alto de apodo “el Bart”, que Dios lo Bendiga. Y que, a él, a ese que insultó y humilló a cuanto mexicano pudo entre 2018 a 2024, le dice que Dios lo bendiga…… y que se vaya al demonio. ¡Vaya! Algo que se merece ese señor.

El libro salió a la distribución esta semana que termina y es ya el más vendido en plataformas de librerías.

Periodista. @ConFeregrino

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