Con las nuevas plataformas de comunicación digital, las largas horas de transmisión por televisión y de streaming, las redes sociales, la participación de los patrocinios con los mejores exponentes han puesto en serios aprietos a la las instituciones del tenis encargadas de ajustar las reglas, que tienen como principal objetivo proporcionar una mejor experiencia para todos los espectadores en las diversas plataformas, reducir los tiempos de los partidos y mantener el respeto a la integridad del deporte.
La enorme presión que tienen las y los jugadores del tenis, son los números de torneos que deben jugar cada año, situación que expone a los mejores a diversas lesiones, al agotamiento físico y también mental, además de largos viajes y situaciones de malestar, reclamos y mal comportamiento de los protagonistas.
Los tenistas —se puede ver así—, son contratistas independientes rigiéndose por los rankings de la ATP y de la WTA. Si estos no tienen puntos suficientes no pueden participar en los torneos de mayores bolsas.
Los ajustes en el reglamento que inician el 1 de enero de 2025 son de reglas en el servicio reduciendo el tiempo entre falta y segundo saque de 20 a 15 segundos. Todos los torneos utilizarán el sistema electrónico hawkeye (ojo de halcón) para evitar discusiones. Los jueces de silla tendrán que ser menos agresivos en su lenguaje, mejor preparados y ser prudentes evitando discusiones absurdas con los jugadores.
El tiempo de atención médica tendrá que ser ante una lesión muy evidente, existiendo una sola solicitud y no más pues ya se había convertido en un auténtico festival de permisos médicos pero con masaje y todo esto para dar una mejor experiencia a los espectadores y contando con eficientes tiempos de TV.
Así que no es una exageración indicar que las alarmas se prenden por las cuantiosas cantidades de dinero que están facturando el italiano Jannik Sinner y el español Carlos Alcaraz con patrocinios y presentaciones.
La ATP y la WTA tendrán que despertar ya y dar mejores premios.
@gvlo2008