Jasmine Paolini, la tenista italiana sensación de 27 años de edad ―de 1.63m de estatura, pero con un corazón del tamaño del Coliseo de Roma y cerca de ganar Wimbledon― ha continuado con la confirmación del tsunami del tenis italiano que ha provocado Jannik Sinner, Lorenzo Mussetti y una decena de jugadores jóvenes, todos ellos entre los 19 y 22 años, que han venido trabajando por muchos años con una estrategia bien planificada por la Federación Italiana de Tenis, con directivos comprometidos, transparentes y serios, motivando a sus asociaciones, a los clubes, a los profesores, a los padres de los niños que aspiran a ser campeones y con resultados positivos.
Los italianos se dieron a la tarea de organizarse, creando un plan de trabajo a mediano y largo plazo con personal con calidad moral y reconocidos en el tenis. Los clubes de tenis, en toda la bota italiana, venían perdiendo usuarios por los altos costos de mantenimiento y por allí empezó la restructuración de la Federacion Italiana con planes de trabajo bien estructurados; ayudando a los clubes con alicientes económicos, a que las familias regresaran a utilizar las instalaciones, pero necesitaban reanimar a los profesores con capacitación y actualización para enseñar a los niños; así como orientando a los padres a que llevaran a sus hijos a torneos y crecer con una nueva cultura tenística que solamente bien planificada iba a funcionar.
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Los directivos italianos se pusieron a trabajar de la mano de los clubes, de los profesores, de patrocinadores y dejaron como tema secundario el cobro de cuotas a los clubes, de afiliaciones a los tenistas además buscando la unión entre todas las partes y con mucha seriedad.
Wimbledon nos muestra que los resultados están a la vista, con tenistas ganadores como es el caso de Jannik Sinner, Jasmine Paolini y varias chicas más. En los hombres: Lorenzo Mussetti, Matteo Arnaldi, Luciano Darderi y varios otros integrándose en la nueva potencia tenística del mundo, recordando a la armada española, a la generación de norteamericanos, a los australianos que de acuerdo surgen por generaciones, pero siempre y cuando exista un trabajo bien estructurado y con directivos comprometidos.
Otros países que están produciendo tenistas son Argentina, Chile, Brasil, Colombia y Ecuador, quizá en México podríamos aprenderle por lo menos un poquito a los italianos y a los sudamericanos, aunque sea mucho pedir.
