Las federaciones del deporte han frenado de manera mayúscula el progreso de los atletas en México, perdiendo credibilidad por un sistema obsoleto, continuando con la misma mecánica y operación de hace muchos años, en donde la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte tiene la responsabilidad de promover y difundir estas disciplinas, pero continuamos con un paso para adelante y dos para atrás.
Existen diversos ensayos, investigaciones, artículos, y todos estos con fundamentos, como el de Irwin Guillén Vega, un estudioso e investigador de esta crisis cada día más grave, donde la situación del deporte de México evidentemente camina mal, está estancado, aunque —afortunadamente— existen muy honrosas excepciones, con pocos deportistas mexicanos que destacan por sus propios medios.
Los escándalos de la Conade, que depende de la Secretaría de Educación Pública, así como dirigentes de federaciones con su escudo de ser asociaciones civiles, evidencian el poco o nulo apoyo a los atletas que representan a México en competencias internacionales, bloqueando el desarrollo de diversas disciplinas y haciendo parecer que el deporte en nuestro país se maneja en un cuarto oscuro, con directivos poco serios, que no tienen idea de los manejos administrativos.
Algunos muestran entusiasmo y deseos de sacar su disciplina adelante, de apoyar la difusión e impulsar a sus deportistas, pero desafortunadamente muchos de ellos no están capacitados y se pierden entre las luces de las cámaras y la soberbia, con objetivos que cambian de manera repentina, para dar paso a otras prioridades, menos la de promover debidamente a sus deportistas, a los clubes, a los entrenadores, por lo que su credibilidad es nula.
Cómo es posible que México está entre las primeras 11 economías del mundo, con 130 millones de habitantes, siendo un país enamorado del deporte, con historial óptimo de haber organizado Juegos Olímpicos, Mundiales de la FIFA y campeonatos mundiales de muchas otras disciplinas, pero tiene un sistema muy pobre en sus manejos de promoción y difusión del deporte, con muchas federaciones que hacen como que saben, y evidentemente no saben, por lo que continúan hundiendo a sus disciplinas y —para colmo— hay varios presidentes de federación que tienen el atrevimiento de quererse reelegir.
Tomemos en cuenta que estas federaciones reciben apoyos de la misma Conade y de sus organizaciones internacionales.
Si existen presupuestos, lo que no existe son administraciones debidamente preparados, y no por mala voluntad, sino porque simplemente no saben. Ampliaremos el tema.