Las personas morales y las físicas requerimos una estrategia. Como líderes necesitamos (dentro de la incertidumbre que conlleva el futuro y si nos consideramos organizados) tener armada, nuestra manera de confrontar el futuro que se viene encima.

Tener en blanco y negro una estrategia, sugiere la habilidad, para desde el corto plazo y el escudriñamiento del mediano y largos, aclarar las causas y entender los efectos, en pocas palabras, fortalecer la habilidad de ver el bosque y no sólo el árbol.

Sin una estrategia articulada, lidiar con el futuro parece negligente.

En las organizaciones, una de las dos responsabilidades más grandes de la dirección, es tener claridad, la segunda, es ejecutarla, haciendo correcciones en el camino cada que sean necesarias.

Una definición moderna la describe como el equilibrio, entre fines, caminos y medios; acerca de identificar objetivos y también los métodos para lograrlos para diferenciarnos de la competencia.

El equilibrio requiere no sólo, de cómo lograr los fines deseados, sino también, cómo éstos los vamos ajustando a la realidad, por los caminos disponibles. Es por eso, que la estrategia es más allá de un plan, pues este último es una secuencia de eventos, que nos permite movernos de una situación a otra con alguna certeza.

La estrategia se ajusta cuando los planes se frustran, por la sucesión de factores inesperados, producto de intereses opuestos, como lo es la competencia. Su terreno involucra la persuasión y la negociación, así como las amenazas y las presiones, sus impactos psicológicos y los físicos.

La etimología se remonta a los antiguos griegos, la expresión en la jerga militar, se empezó a utilizar en Francia, Gran Bretaña y Alemania, en la parte final del siglo 18. En los negocios, las referencias se iniciaron hasta los años setenta, del siglo pasado y es a través de la literatura de gestión de empresas, que el concepto se ha diseminado, extendiéndose, que se trata de convertir una situación dada en un resultado anhelado.

Para dar una idea, de lo que estoy tratando de definir, recurro a un ejemplo que la relate. Recientemente la Liga BBVA MX presentó a los medios la suya con respecto al rumbo a corto, mediano y largo plazos, encabezada por Mikel Arriola.

Se estima un valor de la liga de alrededor de 2,115 millones de dólares , consecuencia de tener 188 millones de aficionados a nivel mundial; más de 15 millones de seguidores en redes sociales y una contribución al Producto Interno Bruto de México, evaluada en un poco más de medio punto porcentual.

En asistencia promedio, ocupa el sexto lugar mundial y 242 millones de vistas anualmente , en Estados Unidos y México, en los partidos de las diferentes categorías, incluyendo la femenil. El impacto económico del COVID, hasta recientemente, es de más de 4 mil millones de pesos que comprende; día de partido, derechos de transmisión y patrocinios.

El plan estratégico comprende tres ejes: Económico Comercial, Deportivo; Orden Corporativo y Control Económico. Los resultados a los que le tiran son al crecimiento en el espectáculo y el económico, con base en una industria dinámica, moderna y con compromiso social.

En el espectáculo, pretenden un juego más ofensivo, más continúo, más limpio y más equitativo. Para cada uno de los ejes, existen acuerdos de la Asamblea General Ordinaria, conformada por los accionistas de los clubes que, conforman a la Liga BBVA MX.

En el año que transcurre y el siguiente, se considera el acercamiento con la Liga Española y la MLS de los Estados Unidos -entiendo que a cargo de Enrique Bonilla- crecimiento de la liga femenil y un estricto control financiero, que fortalezca la transparencia. Estados financieros auditados y desglose de costos e ingresos.

Reglas claras, inversión extranjera -en la que, por cierto, el Necaxa ya la ha logrado- promover buena gobernanza e institucionalidad construyendo certeza, fortalecimiento y credibilidad de la industria.

La estrategia de la presidencia -aprobada por la asamblea de propietarios- recordando las primeras líneas, de que una de las responsabilidades más grandes de la dirección, es tener claridad y la segunda ejecutarla, ha planteado el enfoque, la de centrarse en los aficionados, los clubes y los patrocinadores, sin olvidar su impacto social.

Posicionar a la Liga, como espectáculo exportable e integrado, por instituciones sólidas con instalaciones de vanguardia, que ofrezcan en cada contienda una experiencia memorable, para el aficionado, pudiera ser su propósito, financieramente, aumentando los ingresos.

Ya veremos si en la ejecución lo va logrando, pero esa, entiendo, es la estrategia global de la Liga BBVA MX, sería interesante que se conteste, si usted y su organización, tienen clara cuál es la suya. Y hablando de fútbol, un abrazo cordial a mis amigos del Cruz Azul, por un campeonato que les supo a gloria. Muy merecido.

PD: El embajador Mauricio de María y Campos, fue un brillante profesional y una persona con una trayectoria impecable, un gran ser humano; en su partida a la Gloria, abrazamos a sus familiares y amigos con gran afecto y nostalgia.

Profesor de asignatura del ITAM, Consultor y Consejero de empresas y miembro por varios años del Consejo Internacional de The Strategic Leadership Forum.

Wu 552300 4668

Google News

TEMAS RELACIONADOS