En un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo, es cada día más notorio que, las organizaciones aferradas al pasado son estáticas, con silos en su estructura, decisiones tomadas por unas cuantas personas en los niveles más altos, en México en general, con la prácticamente total dominancia de la familia, en la punta de la pirámide, operando, si bien van, con una administración estratégica plana y con comando, comunicación y control desde el más alto nivel, en ocasiones una o dos personas, tomando prácticamente todas las decisiones económicas, con una capacidad rígida y de movimiento lento.
Por el contrario, las organizaciones ágiles, han comprendido que el dinamismo y la estabilidad, deberían ser un conjunto de equipos de trabajo, con una cultura centrada en el talento de los colaboradores y que, operan en ciclos rápidos de aprendizaje y de toma de decisiones, encomendadas para mayor continuidad, sustentadas en presupuestos flexibles y delegación responsable de autoridad.
Con base, en aprovechar la tecnología actual, con la guía, crear valor a todos los grupos de interés, con los que, interactúa por poner un nombre, llámense colaboradores, proveedores, socios, autoridades, sociedad; con el propósito de realizar incremento económico y social, al unísono abandonando la idea de que, la empresa solamente existe para producir utilidad a sus inversionistas.
El modelo operativo, busca con la agilidad reconfigurar, la estrategia, la estructura, los procesos, los colaboradores y el uso de la tecnología; con el fin, de generar oportunidades de protección, de creación de valor económico y social, lo cual, es el aditivo que pudiera agregar velocidad y adaptabilidad, buscando estabilidad futura.
Lo que está impulsando la caída de los viejos paradigmas, es la era digital que está transformando industrias, economías y sociedades. En un ambiente de rápida evolución y las presiones de clientes, socios y autoridades, inversionistas, que demandan crecimiento, cuando la pandemia todavía es una incógnita si ya es o no, endemia. Las compras, las reestructuras, los cierres de organizaciones, de todo tamaño, están al orden del día y como remate, los colaboradores y competidores demandan cambios rápidos de prioridades.
La constante introducción de tecnologías disruptivas que, provocan que las organizaciones tradicionales, se ven reemplazadas a través de la digitalización, el uso innovador de modelos diferentes y la automatización; ejemplos existen por centenas alrededor del mundo, en México pienso en Clip, que hoy en día, al rebasar los mil millones de valor por mucho, se le denomina unicornio.
La competencia por conseguir talento cada vez es más compleja, atraerlo y retenerlo, abundando la diversidad en pensamiento, experiencias y formas de ser, por ejemplo: a los que frisan los treinta o cuarenta años o los más jóvenes, que ya nacieron en la era digital.
El incremento del volumen, acelera la transparencia y la distribución de la información, lo cual, demanda organizaciones que, rápidamente se comprometan en comunicación multidireccional y colaboración más compleja con socios, clientes y colegas.
Por lo que se describe de manera muy resumida, sería interesante que usted contestará la pregunta con la que titulé está colaboración y al responderla, se le prenda el foco hacia donde se deben enfocar sus baterías -además de preocuparse por la situación del País- hacia el futuro, que cada vez, es más claro demanda organizaciones ágiles y no acartonadas, o usted, que opina.
Posdata: Me preguntan por los dibujos de Gorka Zabala y les proporciono su instagram @gka.zabala. Por otra parte, y referente al Club España una persona a quién aprecio mucho, me comenta: “Sí, es un gran lugar, “el jardín de la casa”, le llaman algunos” Diría Juncal, personaje taurino de una gran serie televisiva, autoría de Jaime Armiñan y que posteriormente se convirtió en libro: “toma nota” Ambas muy recomendables.
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