Vivimos un momento histórico sumamente interesante, caótico, trascendental y esperanzador, no únicamente en este trastornado México, sino mundialmente. El avispero está sumamente alborotado. Y bucearemos en este alboroto, en el que finalmente aparecieron líderes enfrentando al globalismo de la Agenda 2030, que lleva años trabajando en lo obscurito y a plena luz, para adueñarse del mundo. No recomiendo esto para jacobinos, comecuras y similares, pueden retorcérseles las tripas, pues tocaremos la esencia humana y esta, está íntimamente interrelacionada con el Creador.
Por la cercanía con el triunfal Domingo de Resurrección, tocaremos temas demasiado controversiales, por considerarse indispensable. En México padecemos y estamos amenazados por maldades palpables de la 4ª Trastornación, que solo los que no quieren ver, no ven. Hay clarísimas señales que estas maldades, que dañan nuestros derechos y valores nacionales y religiosos, parten de una conspiración perversamente orquestada, que está envileciendo a la humanidad a niveles preocupantemente alarmantes. Nuestros valores tradicionales y religiosos, están siendo tan sobajados, que, hasta en la Jerarquía Católica, revolotea una severa crisis. Es un tema sumamente complicado, delicado, amenazante y controversial. Pero hay que entrarle, aunque digamos barbaridades. Así que solicito comprensión. Si Catón tiene 4 lectores, esto no podría alcanzar ni la décima parte de lector y pocos necesitarán ser comprensivos.
Localmente, la ineptitud, estupidez y perversidad de la jauría de la 4ª Trastornación sigue desatada. Demostrando, que los papelitos que oficializan un doctorado, no siempre están respaldados con conocimiento, ni el nivel intelectual apropiado. Es incongruente escuchar a un doctorado, que, para reducir el gasto eléctrico, apaguemos focos. (Juar, juar, juar). Nos recuerda al demagogo Echeverría con su: “ayuda un poco, aflojando un foco”. Desafortunadamente la “genialidad” no para ahí. Aunque generan gases cancerígenos y requerirán de una corrupta distribuidora de leña bienestar, fabricará estufas de leña. Si concretan su absurda y engañabobos “elección” de jueces y magistrados, para “desmadrar” y controlar la SCJN, le darán el tiro de gracia a la república. Desde 2018, el Legislativo es una simple oficina “siloga” del Ejecutivo y desde 2024, el Ejecutivo, sirve rastreramente a “Plutarco López Obrador”. Afortunadamente, cada día aumenta la presión extranjera por las maldades “cuatroteras”. “Su Alteza Escondidísima”, tiene una demanda en Nueva York, que pudiera encarcelarlo. Como, también investigan a José Ramón y a su hermano, el “precandidato presidencial”, Andy, no pueden pararse en Estados Unidos.
Cabe preguntarse ¿Vale la pena llegar con poder sobre la Constitución, para temporalmente, pisotear semejantes, destruir el patrimonio de toda una nación, acumular una fortuna estratosférica, para luego vivir escondiéndose aterrorizado, posiblemente, ensuciando sus “chones”? Parece una pésima decisión; perjudican a millones, pero, luego, viven espantados. Finalmente, todos salimos perdiendo. Unos dañados y otros huyendo.
Igualmente, el mundo anda de cabeza, en muchos sentidos. Para empezar, en muchos países, supuestamente, civilizados, el primer y más sagrado derecho humano, es violado como nunca. Aterradoramente, en el mundo uno de cada tres seres humanos concebidos, es asesinado antes de nacer. Pero farisaicamente, las leyes, castigan a quienes causen sufrimiento a los animales. Así, anualmente se asesinan 73 millones de humanos. Convirtieron, el lugar diseñado para recibir, proteger y nutrir una vida nueva, en una sanguinaria sala de ejecución. Eufemisticamente, esos, derechos “filicidas”, son llamados “Derechos Reproductivos”. Que conste que condenamos enérgicamente este hecho, pero no a los participantes, pues es sumamente complicado juzgar, porque intervienen demasiados factores. Si queremos culpables, seríamos la sociedad entera, especialmente algunas autoridades gubernamentales y religiosas. Nos creemos muy civilizados, pero es inconcebible, que practiquemos este maléfico crimen, en pleno siglo XXI, pues es lo más monstruoso cometido por la humanidad, cuando deberíamos ser solidarios y fraternales. No es casualidad que estos asesinatos se hayan iniciado legalmente en 1918, en la comunista URSS. Y que a partir de entonces haya “legisladores” por todo el mundo, insistiendo una y otra vez, hasta lograr legalizar esta monstruosidad. Y todavía hay quienes no pueden entender que el globalismo, comunismo o socialismo, es un complot bien orquestado contra la humanidad.
Pero este, fue el banderazo para otras aberraciones. Quien creó el universo, la Tierra y la vida, estableció dos sexos para la reproducción de casi todos los seres vivos. (Por diversas causas, en una sociedad aceptablemente sana, hay un pequeño porcentaje de homosexualidad). Los varones y las hembras tienen características diferentes, pero complementarias, (ellas, amor y sensibilidad; ellos, fuerza y protección), para la formación exitosa de las crías y constitución de la familia, célula y cimiento de la sociedad. Para la reproducción de los mamíferos, el Dador de la vida, determinó que el cuerpo femenino, mediante un sistema portentoso, le facilitara, al ser en gestación, un espacio para desarrollarse. Su sexo lo determina el espermatozoide que fecunda el óvulo. Si es X engendrará una hembra; si Y un varón.
Y este hecho, la humanidad lo aceptó y funcionó, con altibajos, en forma más o menos exitosa, por decenas de miles de años. Pero desafortunadamente, la perversa y astuta ingeniería social que, desde hace buen tiempo, el globalismo, para adueñarse del mundo; cambió el esquema. Contra la realidad y la biología, absurdamente decretó que son más dos sexos y que este depende de nuestra voluntad o “percepción” y que todos deben reconocerlo. Si no hay uno que nos acomode, podemos inventar uno. También determinó que, la mujer tiene derecho sobre su cuerpo, por lo tanto, puede desechar al hijo huesped. Esto, lo politizó y creo organizaciones, que, apoyadas en la violencia, promueven este crimen y la homosexualidad, así como la emisión de las leyes correspondientes. Hace tiempo lograron que más de 2,500’000,000 de seres humanos fueran asesinados en el vientre materno, que la homosexualidad se triplicara y que infinidad de familias se desintegraran y que se constituyan pocas familias nuevas. Ya decidieron que somos muchos humanos y que hay que disminuir su número. También han ocasionado la pérdida o distorsión, de los valores “judeogrecocristianos” vigentes en muchos países.
Con estas estrategias, combinadas con otras, han obtenido grandes triunfos. Varios países iberoamericanos ya cayeron en sus garras. Otros, como México, están a punto de caer. En otros, colocaron agentes suyos como presidentes democráticamente. Ecuador los acaba de derrotar electoralmente, pero como enseñan en su escuelita de la conspiración, declararon que hubo fraude. Falta ver que mitotes organizarán. En Europa la mayoría de países están gobernados por agentes globalistas. En Asia, cuentan con la tramposa China comunista. Nada más que ahora que Trump regresó, con los aranceles y otras medidas, está causando un controversial revuelo mundial. Revuelo en el que la prensa globalista juega un importantísimo papel desinformativo. Al parecer, finalmente, los libertarios, están formando un frente contra la agenda 2030. Por lo pronto ya le puso el alto a China, quien con argucias y robo de tecnología ha logrado su gran desarrollo. (Black and Decker, puso una planta y en breve, surgió una empresa china, exactamente idéntica, compitiéndole). Hay que esperar resultados.
Lo trascendental de esto, es que más que una lucha “politicocomercial”, es una lucha espiritual entre el bien y el mal, en la que no solo se manifiesta la vileza de los políticos globalistas, sino que, activando la mayor perversidad humana, se conjunta con la indiferencia y maldad ciudadana, generando terribles daños masivos. (Como el infernal inframundo que padecen las niñas prostitutas embarazadas y demás habitantes de los cinturones de miseria material y espiritual). Estos lugares, son un acusante estigma social. Si bien urge enfrentar al globalismo, también es urgente combatir esa miseria estigmatizante, con solidaridad, educación, responsabilidad y amor. A los creyentes católicos nos consta que Dios, nos creó por amor y nos lo confirmó, haciéndose hombre, aleccionándonos, muriendo en la cruz y resucitando. Estos problemones están fuera del alcance humano, pero Él, con su amor infinito y personalizado, nos puede ayudar a construir un mundo mejor, con individuos conscientes, educados, adecuadamente enterados, hermanados y bastante bien relacionados con Él, que reaccionen.