Las olimpiadas siguen demostrando que promueven la Agenda 2030. Contra natura, promocionan la multitud de sexos y atacan la religión. Al tenista, Novak Djokovic luego de ganar el punto que le daba la presea de oro, agradeció explícitamente a Dios; se rasgaron las vestiduras y amenazaron quitarle su medalla. Al surfista brasileño Joao Chianca le hicieron quitar de su tabla una imagen de Jesús. De no hacerlo, quedaría descalificado. Para instalar su “imperio”, requieren acabar con los valores morales y religiosos vigentes. Por eso, atacan la familia desde infinidad de frentes, intervienen en escuelas, universidades y organismos educativos. El marxismo y derivados son obra suya.
Una de sus principales metas, es reducir drásticamente la población. Por ello están afanados en la despenalización del asesinato de nonatos, promueven los estériles “matrimonios” homosexuales, entre otras acciones que socavan a la sociedad y envilecen al ser humano. Esto facilita su dominio mundial. Su astucia es demoníaca y cuentan con la ayuda de infinidad de políticos de muy baja sensibilidad y menos moralidad, así como con la complicidad de una muchedumbre de indiferentes, ignorantes y crédulos.
Es una lucha entre el bien y el mal. Pero parece que el mal está mejor organizado. Sacaron el Manifiesto Comunista y convocaron a la primera Internacional Comunista y continuaron. Tienen infinidad de organismos de la más variada naturaleza a su servicio. Banco Mundial, ONU, Club Bilderberg, Club de Roma, Foro Económico Mundial entre otras. Además, de supuestas instituciones “filantrópicas”. En América está el Grupo Puebla, (antes Foro de San Pablo). Y los “buenos”, ¡Bien gracias! Parece que hubo un Foro de libertarios en Barcelona, pero habría que darle difusión y continuidad. Además, son muy solidarios. En apoyo del fraude venezolano, la tiranía cubana envió “Boinas Negras”, a reprimir, encarcelar y, posiblemente, a torturar y asesinar manifestantes. La china, técnicos para falsificar actas. Rusia y Cuba expertos en cuestiones de “inteligencia” para atrapar opositores. (Anonimus, ya les tiró información electrónica). Igual vinieron a México supuestos “Médicos” cubanos y técnicos a meterle mano a las computadoras del INE. ¡Qué bonita familia!
Marx creyó que su “amorosa” dictadura del proletariado se implantaría por la violencia de las armas, pero se equivocó, porque con la revolución industrial, el nivel de vida obrero mejoró notablemente, lo que eliminó el interés para meterse en mitotes o movimientos armados. Entonces Antonio Gramci, malévolamente, encontró que la forma de establecer su dictadura sería destruyendo los valores sociales, mediante una guerra cultural que modificara la cultura y valores, para la cual utilizan infinidad de medios. Infiltran movimientos, universidades, instituciones y empresas de todos tipos. Promocionan el movimiento LGBTT+UGRUGFEGFOJUFW, desarrollan juegos electrónicos para adoctrinar niños y otras maldades. Han obtenido excelentes resultados. En algunos países ya implantaron su tiranía, en otros, (como México), están a punto de lograrlo, en otros van más retrasados, pero ahí van, (como Canadá, Francia, España, Brasil y Colombia). No paran. Afortunadamente algunos países se sacudieron gobernantes que los llevaban a la tiranía. Este noviembre en EEUU, votarán a favor o en contra del globalismo.
No es casualidad que todos los políticos “progres” que se cuelan en los gobiernos, lo han hecho por vía democrática, pero, una vez empoderados, se dedican a destruirla con trucos “prefabricados”. Es notorio que todos asistieron a la misma escuelita “progre”. Pero como su perverso sistemita, solo genera miseria para las mayorías y enriquecimiento superlativo para unos cuantos, necesitan mentir y engañar. Culpan a otros de sus maldades y fracasos. Acostumbran mucho el ardid de ¡al ladrón! Como para llegar, sostenerse y afianzarse en el poder, requieren votos; ofrecen espejitos y cuentas de colores a los ignorantes, utilizan a granel la mentira, la hipocresía, la promesa incumplible; usan los Programas Sociales para engañar y amenazar, en ocasiones hasta en forma absurda, pero a fuerza de repetirlas, muchos, sobre todo los ignorantes, se las tragan enteritas. Se valen del fraude electoral. Prácticamente todos están enredados con el narco. Y todos declaran estar rodeados de enemigos, a los que acusan de sus propias “obradorizaciones”. Y hay prensa y comunicadores que los apoya, ocultando y distorsionando sus maldades.
Hoy dos pueblos que estamos luchando contra un gigantesco fraude electoral. Uno lleva una veintena de años padeciendo su cruel tiranía y al otro están por terminar de implantársela. Aquel, se preparó y los partidos opositores están luchando hombro con hombro con el pueblo. Astutamente recolectaron copias reales de más del 80% de las actas electorales, en las que el 63% de los votos son para Edmundo González. Hay un pueblo que está en pie de lucha para acabar con la tiranía, que sale a la calle arriesgando ser apresado o perder la vida, (posiblemente prefieran morir de un tiro, que de hambre). Pero, tal vez lo más importante es que cuenta con una lideresa, que entiende su papel y que, aunque el dictador y su aparato electoral hayan declarado su triunfo, no se le cuadró para, en aras de una democracia malentendida, reconocer su triunfo y felicitarlo. Arriesgando su integridad física y su vida, está al frente del pueblo, exigiendo que se respete su voto. Inicialmente había quien creía que el tirano iba a imponerse. Pero con las actas en su poder pudo demostrar a todo el mundo, que el derrotado es el “narcodictador”.
Afortunadamente, esto, reforzado con los desplantes criminales y circenses de Maduro, cambiaron el panorama. Aunque varios dictadores y “aspiracionistas” a dictador apoyan el fraude, y en la OEA once representantes nacionales con su indiferencia, por un voto, impidieron que se condenara el fraude. Mandatarios de varios países, están reconociendo la victoria de Edmundo González. Y valientemente Luis Almagro, dirigente de la OEA, solicitó ante una corte internacional, una orden de aprensión contra Maduro. Ante este horizonte, parece que el dictador bufón, se siente acorralado, ya que siente la posibilidad de que ser derribado del poder. Todavía está por saberse que sucederá con los militares. Es cuestión de tiempo, pero hay razones para creer que Venezuela será libre.
En México el panorama es otro. Si bien fue un fraude mejor maquillado, el resultado no es difícil que se halla regresado a los tiempos aquellos en que los resultados reales eran lo opuesto a los oficiales. El fraude empezó a fraguarse desde la primera mañanera. Y luego a la gallina, que cacareaba tener muchos huevos, se le quebraron toditos y se dobló demasiado pronto, (nos recordó a YSQ ante Trump) y los partiditos de oposición, siguieron en lo suyo, no siendo oposición desde el arranque de este fatal sexenio, que, con todos sus atropellos, estupideces, ocurrencias y perversidades, les brindó una oportunidad de oro para lucirse como oposición y cumplir su tarea. Nunca lucharon por la anulación, que, si bien hay elementos legales para obtenerla, con esos árbitros serviles, era sumamente difícil. Olvidaron la anulación y están enfocados, en evitar la sobrerepresentación, que, si la imponen, la democracia prácticamente quedará muerta. Esto es vital, pero debieron haber pedido más. En esta situación la participación ciudadana no puede realizarse como en Venezuela, es algo más complicado pues tiene muchas aristas. Necesita organizarse. Si la ciudadanía abandona la lucha, todo estará perdido, y dentro algunos sexenios las víctimas de entonces ya saldrán a la calle.
No tardan en declarar a la “Calcapresidente” Electa, y la lucha tendrá que ser de otro modo. Hay que tratar de impedir la sobrerepresentación. La situación estará difícil, pero sin embargo, como en el extranjero hay investigaciones, que están encontrando a personajes cupulares del gobierno, tanto del saliente como del “repitente”, que están involucrados con el narco, existe la posibilidad de que algo suceda. Además, el cambio de gobernante en EEUU, muy probablemente impactará con fuerza. Y falta ver cómo reacciona la ciudadanía, de esto dependerá nuestro futuro. Existen otras situaciones que influirán, habrá que esperar. Pero mientras, hay que seguir en pie de lucha.