Uno de los males que nos aquejan a los seres humanos, es que frecuentemente usamos dos medidas para valorar nuestro actuar y el de nuestros prójimos. O sea, vemos la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el nuestro. Y si tenemos poder, como fariseos, ponemos sobre los lomos de los demás pesadas cargas que no estamos, ni tantito, dispuestos a cargar sobre los nuestros. Y luego suele suceder que nos da la tentación de las “autoaportaciones”. Esta situación nos hace cometer muchas barrabasadas, en las que intervienen nuestra ignorancia, imaginación, prejuicios, intereses, complejos, maldad y otros factores no muy positivos.
Si somos servidores públicos, lo más probable es que se haga del dominio público cómo somos. Lo malo es que, empujados por la soberbia, solemos extremar esta ambivalencia, ya que con el poder, nos desubicamos, nos subimos al ladrillo y, abusando, nos atrevemos a criticar a diestra y siniestra, exhibiéndonos muy feo con nuestras contradicciones y, lo peor de todo, causándoles muchos daños a los demás y a beneficiarnos.
De candidatos, declaramos, luchar por la democracia, por los valores y derechos humanos, pero ya en el poder, los atacamos para nulificarlos y desvirtuarlos. Como candidatos, apoyamos al INE, para que se realicen elecciones lo más limpias o lo menos sucias posible, pero ya como autoridad lo combatimos, para que las elecciones sean como las que organizaba el PRI, en la cúspide de su dictadura oligárquica. Para ello le infiltramos consejeros con fidelidad ciega hacia nosotros. Si los que aman al país y tratan de evitar que dañemos alguna institución valiosa, como el vital INE, convocando a una marcha pacífica, aun cuando, nosotros en campaña o no, nos distinguimos como “plantoneros”, bloqueadores, tomadores de pozos petroleros y demás, se nos olvida y haciéndonos los ofendidos, con sorna los calificamos de despistados y aspirantes a fifís. Sin considerar que, realmente los despistados somos nosotros, ya que por un lado nos eligieron para nos ocupáramos de la presidencia y buscáramos el verdadero bienestar social, pero en nuestro despiste, nos desempeñamos, prácticamente, solo como voceros presidenciales y causantes de daños. Pero lo despistado se nos quita, cuando, sin cumplir con el compromiso, cobramos como presidentes de la República. Y si, ocasionalmente, nos ocupamos del puesto para el que nuestros reales patrones nos contrataron, es solo para, con perversidad, causarles más averías.
Al calificarlos burlonamente, de aspirantes a fifís, nos olvidamos que ahora que tenemos acceso a las arcas públicas, somos fifís de lo más fifí. Ya que, aunque somos predicadores de la austeridad republicana y de la pobreza franciscana; ocupamos un suntuoso palacio de 40 hectáreas, engalanado con multitud de invaluables obras de arte, acumuladas durante 5 siglos. Nos atienden 160 empleados y un refinado chef de $60,000 mensuales, atentos a nuestro menor deseo. Todos pagados por el sufrido pueblo al que le recortamos recursos para sus medicinas y otras necesidades de primer orden. Disponemos de $6’000,000 por mes, equivalentes a casi 3 años de salarios que ganamos como presidentes. Predicamos a la masa “atoleada” que debe conformarse con un par de pantaloncitos, otro de camisitas y unas chanclitas. Mientras, nosotros, usamos prendas de marca y carísimos relojes, cuyo costo supera lo que un obrero puede ganar, en toda su vida. Además, sin trabajar, nuestros hijos “FINIS”, (fifís, que ni trabajan, ni estudian, ni hacen nada, más que disfrutar de la vida), entre otras aficiones capitalistas; viajan en vuelos privados, pasean en suntuosos yates, practican carísimos deportes invernales, residen en enormes mansiones, con sala cinematográfica y gran alberca, además de practicar otros refinamientos clasistas, cómo recrearse con los juegos de la serie mundial desde cómodas butacas privilegiadas, que valen miles de pesos.
Predicamos que los lujos son muy feos y nos alejan de lo espiritual, pero nosotros, que, como dijera aquel anuncio, “Somos Todo Palacio” y nos hundimos en los horrorosos lujos, olvidándonos por completo de lo espiritual. Muy acomedidos les recomendamos, que se contenten con alimentarse solo con maicito, arrocito y frijolitos, mientras, nosotros engullimos deliciosos tamales de chipilín y platillos exóticos, por lo que, tanto nosotros como nuestros hijitos, hemos subido algunos kilitos.
Como los comunicadores, que no chayoteamos, publican nuestra multitud de errores y atrocidades por todos lados, cuando en nuestras manos está el hacer obras buenas y beneficiosas, para que puedan decir algo bueno de nosotros, no paramos de hacerles maldades y, si lo informan, haciéndonos las víctimas, los ofendemos, difamamos, amenazamos y, como bravucones de cantina, los retamos.
A sus estudiantes “aspiracionistas” que quieren superarse académicamente en alguna universidad de prestigio mundial del extranjero y que con sus conocimientos contribuirían al desarrollo, les quitamos sus becas argumentando, estúpidamente, que solo van a aprender a robar, pero eso sí, a nuestros hijos los mandamos a “estudiar” a Inglaterra para que aprendan a robar.
Cuando candidatos, condenamos las malas acciones gubernamentales, pero al gobernar, ufanos declaramos repetidamente, que no somos iguales a los del régimen anterior, mientras nos esforzamos en seguir haciendo lo mismo, pero empeorado.
Estaban construyendo un magno aeropuerto, cuyo proyecto, entre miles, fue premiado internacionalmente, pero a nosotros nos valió y solo por nuestros purititos destos, nos dimos el gusto de abortar su construcción, escudándonos mañosamente, en nuestro pretexto universal y mágico: “Había Corrupción”. Les hicimos abandonar una señora obra que, además de que no le costaría al pueblo, para estas fechas; ya tendrían operando, con orgullo uno de los 10 mejores del mundo. Hubieran resuelto el problema aéreo de la CDMX. Dispondrán de muchos nuevos empleos y estarían recibiendo multitud de turistas con la consiguiente derrama económica, lo que brindaría un fuerte impulso al progreso. Pero a cambio de tantos bienes que hubieran obtenido con su magno aeropuerto, les entregamos una “central avionera” parchada, inaccesible y “pinchurrienta”. Un “Chaifa”, sin licencia para vuelos internacionales. Con unos cuantos vuelos la día, cuyo mantenimiento, les costará muchos millones de pesos al año. Y para rematarla les degradamos su nivel aeronáutico.
De candidatos, prometimos hasta el hartazgo que, al ocupar la presidencia, desde el primer instante de nuestro sexenio, por nuestra fuerza moral, quedaría totalmente erradicada la corrupción, con lo que así, resolveríamos todos los problemas nacionales, habidos y por haber. Pero ya encumbrados, seguimos repudiando a la corrupción, solo con la lengua. Eso sí, con mucho furor, mientras en la realidad, ni siquiera la tocamos con el pétalo de una rosa, sino que, por el contrario, hemos instituido un “Paraíso de la Corrupción del Bienestar”, y con entusiasmo, nos sostenemos culpando de toditos los males, viejos, nuevos y futuros, a la corrupción e ineptitud de Calderón, los neoliberales, los conservadores, los españoles y demás adversarios que, de menos desde hace 4 años, ya forman parte del pasado.
A sus hijos, les quitamos las medicinas para el cáncer. A todos lo despojamos de su Seguro Popular, les redujimos recursos para servicios médicos, les cerramos sus guarderías y escuelas de tiempo completo y les seguimos haciendo infinidad de diabluras. Pero si se agrupan pacíficamente buscando, inútilmente, nuestra misericordia, los acusamos de que, nos están tratando de dar un golpe de estado.
Les echamos abajo una reforma educativa, que iba a mejorar en algo la deficiente educación de sus hijos y se la substituimos por un plan de adoctrinamiento contrario a sus principios y valores tradicionales.
Ellos rechazan la militarización, pero, torciéndoles la cola sucia a algunos de nuestros “opositores”, hicimos que los traicionaran y logramos “enjaretárselas” hasta el 2029.
Importándonos un comino que la violencia y los asesinatos se estén incrementando, que los delincuentes les cobren derechos de piso, de tráfico y cuantos derechos se les ocurran, en lugar de protegerlos y perseguir a los mafiosos, mejor ordenamos que los dejen libres y les den abrazos, besos, protección, “impioindad”. Además, ellos en las votaciones pasadas, ya se dieron cuenta de que los convertimos en nuestros multi “promotores” electorales.
Por si todo esto no fuera suficiente, durante años se ahorraron recursos del pueblo con mucho esfuerzo, con el propósito de financiar algunas actividades importantes y, sobre todo, enfrentar emergencias futuras, pero nosotros, recurriendo a la “retesobada” corrupción, nos los “autoaportamos”, y se los dilapidamos en un santiamén, para comprar votos, con la intención de perpetuarnos en el poder o, en su defecto, crear un Maximato.
Con estas y otras muchas perversidades y estupideces de nuestra maligna 4T, en su contra, aunadas a nuestra gélida insensibilidad e indiferencia por su sufrimiento, para remacharla, nos hemos convertido en los principales causantes una buena cantidad de los males y amenazas que les aquejan, a quienes pagan impuestos para que, así nosotros podamos cobrar quincenalmente y realizarnos nuestras “autoaportaciones”, o sea que estamos usando lo que nos pagan nuestros patrones para perjudicarlos, aunque les hayamos prometido solemnemente guardar y hacer guardar la Constitución, pero para no fallarles la guardamos tan bien, que ya no sabemos dónde está y nos pitorreamos descaradamente de sus disposiciones.
Lo bueno es que a pesar de tantos males que les causamos, siguen casi igual de pasivos que cuando, como priistas los tiranizábamos. Los otros partidos políticos no pintan. Pero, aunque hay bastante apatía, ya está surgiendo una cantidad creciente de “conservadores” patriotas, que “aspiracionan” a conservar salvo su país, de “derechistas” que quieren defender sus derechos, de fifís que quieren seguir siendo fifís, de “reaccionarios” que se están dando cuenta que, si no reaccionan, nos los vamos a cargar pronto con nuestra 4T. Y al parecer, no quieren heredarles a sus hijos y nietos, una patria hecha añicos y para colmo, dominada por una inhumana tiranía, así que ya están buscando ponernos un hasta aquí. Por fin están empezando a entender que hemos pintado una raya, en donde de un lado están ellos, los mexicanos y, del otro, nosotros con nuestra 4T. Que les estamos tejiendo una telaraña para tiranizarlos bajo nuestro imperialismo castrochavista.
Por eso nos urge terminar cuanto antes con el INE. Sobre todo, ahora que nosotros mimos pusimos como ejemplo para realizar elecciones a Costa Rica y ellos, a través de su Tribunal Electoral le entregan a Lorenzo Córdova el “Premio Cátedra de la Democracia” o sea que los costarricenses reconocen, pública e internacionalmente, que el INE, efectivamente da cátedra en el tema de la democracia. Si no lo logramos pararlo no les podremos dar tan fácilmente el golpe mortal en el 2024.
Y ya para que quede bien clarito, que esta, no es solo una lucha material, igual que en muchas partes del mundo, ya empezamos a coartar sus creencias religiosas, para luego darles mate. Esto es otro sensible piquete que puede mover a ponerse en pie de lucha. Pero como los humanos “semos” tan “requete” chistositos, que confiamos que ni aun así reaccionen y podamos salirnos con la nuestra, (yo, mi, me, conmigo) y ya encadenemos a México al Nuevo Orden Mundial que nuestros amos están planeando.
Ciudadano mexicano