Indudablemente vivimos situaciones jamás vistas. Lo más impresionante y aterrador es que estamos palpando hasta dónde puede llegar la vileza humana, por ambición. El militar Sun Tzu dijo: “Un hombre perverso es capaz de quemar su propia nación hasta sus cimientos para poder gobernar sobre sus cenizas”. Una cosa es ver la crueldad de los tiranos en los libros de historia y otra vivirla en carne propia. Hoy tenemos en la presidencia uno que, desde su niñez, dio malas señales, pero, logró engañar a un sector resentido, ignorante y enfermizo y en lugar de cumplir sus hipócritas promesas de campaña, hace justo lo contrario y destruye al país.
Entre otros, en la historia encontramos los genocidios de Lenin, Stalin, Mao y Hitler. También los asesinos masivos en menor escala de Castro, Guevara, Kim Jong Un, Chávez y Maduro. Y aquí padecemos una 4ª Trastornación que, por muertes indebidas diversas, sobrepasamos el millón. Ya tenemos genocida. Esto nos lleva a pensar que el socialismo en sus variantes personalizadas, requiere, necesariamente “sociosicópatas” al frente y una multitud de apáticos, ignorantes, mal informados, desinformados, crédulos y otros de esos, que Lenin denominó tontos útiles. Todos estos tiranos se ensangrentaron las manos y causaron sufrimiento igualitario en todo un país. Aquí con mucha originalidad, el gobierno “combate” la violencia y al crimen “autorizado” con abrazos y no balazos. Para los delincuentes abrazos, impunidad y facilidades, pero para la población balazos, violencia y restricciones.
Y mientras nos preparan la cuerda para ajusticiarnos, todo está agitado. De un lado encontramos un importante sector social, afortunadamente, en rápida expansión, luchando esperanzadoramente por la democracia. Del otro, un “Paracaidista de Palacio”, (ojalá su “Vicecandidata” no le aconseje que demande y se lo apropie, como ella hizo con una casa), que con sus huestes de lambiscones, está dedicado a destruir al país, infiltrar, anular, atacar, controlar, desmantelar, neutralizar, paralizar, perjudicar y demás, a la Constitución, al Poder Judicial, a las instituciones que salvaguardan o promueven la democracia, los derechos humanos, la libertad, la ciencia, la educación, la cultura, el turismo, la ecología, la información y todo aquello que signifique algún bien. aquello que signifique algún bien o limite los derechos inhumanos del estado.
Nada más fue declarado Presidente Electo e inmediatamente mandó la primera mala señal. El día que tomó posesión, en la mañana, en el Congreso prometió guardar la Constitución, cosa que hace de maravilla. La tiene tan bien guardada, que no la observa. En la tarde, en un ritual vudú o semejante, conocedores de esos menesteres, dicen que, se arrodilló para consagrar al país o su sexenio, al maligno. Esto podría ayudarnos a comprender, el porqué de tantos males perpetrados. En realidad, nunca se le ha visto algo positivo o bien intencionado. Siendo objetivos, encontramos que más que como Presidente, se desempeña como vocero, (propagandista), presidencial. Pareciera que solo cumple su tarea cuando se trata de autorizar(se) el uso de recursos, enviar a su Congreso de lacayos los documentos que le elaboran sus asesores cubanos y venezolanos, contra los mexicanos para su aprobación incondicional. También se ocupa de aquello que le ayuda en su siniestro proyecto o alimenta su egolatría. Se calcula que es muy poco el tiempo ocupado en responsabilidades presidenciales, pero cobra completo como Presidente. En múltiples ocasiones, ha presumido que, todos los días madruga para reunirse con el Consejo de Seguridad y atender la violencia. Pero sería bueno saber, que hacen en esas “reuniones”, pues la violencia y la impunidad, alcanzan niveles nunca vistos.
Anteriormente, con sus mañaneras, a muchos, nos tenía con el ¡Jesús! en la boca, pues en ellas nos avisaba las maldades que nos aplicaría. Ahora ha redoblado con virulencia sus males, pero una buena parte de tiempo lo usa para “purificar” corruptos y desprestigiar, exhibir, agredir, amenazar y publicitar datos privados de quienes etiqueta de “enemigos”. El tontito, absurdamente, pretende que los informadores no publiquen, ni critiquen sus maldades. Quien lo hace, es calificado como horrible conservador, neoliberal, clasista, racista, enemigo de la 4ª
Trastornación. Esta engañifa la usan todos los miembros del Grupo de Puebla, así los adoctrinaron. Culpan a otros de los males que ellos ocasionan, sus mentiras no tienen límite, ni siquiera lógica. Creen que somos una turba de retrasados mentales.
Hoy, sus ataques y maldades a la patria y sus habitantes están multiplicándose. Además, se está destapando la cloaca del PRIAN moreno, encabezado por el “Candidato-Presidente”, cuyo miembro más ilustrativo, Bartlett a quien, otra vez se le está cayendo el sistema eléctrico y nos aplicará cortes masivos del bienestar. Con terror vemos que la insensibilidad por el dolor de los demás, no es solo una de sus características, sino que ellos son quienes las causan. Tenemos un presidente ordenando a sus serviles legisladores, que aprueben saquear las afores, que se pueda encarcelar fácilmente, que los ciudadanos no cuenten con la defensa del amparo, que un individuo esté por encima de la justicia y de cualquier sentencia legal.
Esto prueba que la 4ª Trastornación está atiborrada de gente vil. Tenemos una zacatecana candidata a la gubernatura de Veracruz, que le aparecen propiedades multimillonarias por todos lados. Tenemos un expresidente de la SCJN que estaba al servicio presidencial, cosa que cínicamente confesó su mismo jefe; un magistrado que, bajo su toga, portaba su chaleco del PRIAN morenista. Una presidente del INE comprometida con la dictadura. Así ¡Taddei no cumple la ley! Un nefasto José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña del Niño Andrés; un reventador, miembro de un PT, que indebidamente existe gracias a una movida legaloide, que se pasea, por el mundo, sintiéndose del Jet Set Internacional y aquí usa un lujoso “camionetón” millonario. Hijos del presidente involucrados con sus cuates, en negocios multimillonarios, como la venta de balasto que no da seguridad al Tren Maya, que no quieren los mayas. Y esta es solo una pequeña muestra de una larga lista de malevolencias. malandrines y escándalos que cada día crecen. Además, tenemos un buen número de candidatos ejecutados por la delincuencia “autorizada”. Sería bueno saber que, porcentaje del ejército no es patriota y cual sí. Es una vileza cobarde de lo más ruin que un Presidente se ensañe y pisoteé con todo el poder federal a una mujer viuda. Lo grave del asunto es que hay una buena cantidad de electores que todo esto no lo saben, lo justifican y hasta lo aprueban, aunque vaya en contra suya y de sus hijos. Así no son víctimas, sino cómplices del matancero. Mientras a los que nos oponemos, nos toman como sus enemigos personales.
Ya empieza a verse un árbitro “vendido”. Hay quienes aseguran que existen varias bodegas, repletas de maletas con billetes para comprar votos. Con sus encuestas “cuchareadas” pretenden hacernos creer que ya triunfaron y no votemos. Maquio decía: “solo está derrotado quien abandona la lucha”. Enfrentamos un enemigo despiadado, inmoral y soberbio, que no aceptará su derrota. Pero, todo su poder, incluido el de sus cómplices sanguinarios; es menor al nuestro, sí reaccionamos. Con nosotros está la justicia y la democracia. Somos un sector social numeroso y patriota que crece y se fortalece diariamente. Tenemos una candidata, que no obstante sus fallas humanas, es ideal. Sus fallas, con su congruencia y asesores “xingones”, podrían superarse. La desesperación y los intestinos presidenciales están cometiendo graves errores, que solo ciegos y fanáticos no ven. Se está descubriendo mucho excremento “cuatrotero” oculto. En el extranjero se habla mucho del financiamiento del narco a campañas. Tenemos una jerarquía eclesiástica que, ante este peligro, promueve intensamente el voto consciente y razonado. Y, sobre todo, también, contamos con una Morenita poderosa que, si le pedimos con la cantidad y la devoción necesaria, nos ayudará a superar el “pendejismo” y vencer al enemigo. Votando este 2 de junio decidiremos los próximos treinta años de la patria de nuestros hijos. ¡Dictadura o democracia!