Vivimos las elecciones más disparejas de la historia. De un lado estuvieron el “Partido Abstencionista” con sus 40’000,000 de miembros bien “inactivos”, el Presidente, la “Calcandidata”, los funcionarios públicos del PRIAN Moreno de los tres niveles de gobierno, la Cámara de Diputados y de Senadores, el ejército de “Servidores del Presidente”, (y todos con recursos públicos ilimitados), el INE, el narco, (contribuyó con al menos 300 asesinatos de precandidatos y candidatos y amenazando electores), como 4’000,000 de extranjeros con credencial del INE, los asesores y agitadores de Cuba y Venezuela, la prensa vendida o amagada, los empresarios cómplices o indiferentes, el apoyo de MC, (un partido esquirol), y para rematarla, la ineptitud y traiciones de los partidos de oposición y algunos gobernadores “opositores”, que entregaron la plaza. Y otros actos ocultos u olvidados. Además, de la manipulación de las computadoras del INE, están apareciendo, otras trampas, tales como un padrón inflado, compra de votos, (se escuchó de votos pagados a $4,000), credenciales duplicadas y habrá más. Además, en buena medida, las elecciones se ganan con lana y hubo señales claras de que se dilapidó dinero público, como nunca antes, a manos rebosantes.
Del otro lado un sector social consciente buscando rescatar a la patria de la catástrofe “socialistoide”, pero todavía le falta bastante más fuerza, así como malicia y organización para derrotar al poderoso enemigo que se coló hasta la presidencia. Hasta el 2 de junio tuvimos, posiblemente, a la mejor candidata de la historia, con los menores recursos de los partidos opositores, (una minucia ante los del adversario). Y, para colmo, fueron muy mezquinos con ella. Además, fallaron en la responsabilidad de tener representantes en las casillas que cuidaran la votación. Con estos elementos se aprecia claramente, que la fuerza se cargó desproporcionadamente de un lado, en el cual también estuvo involucrado el réferi y los encargados del VAR. (TEPJN). Posiblemente este sea el mayor fraude y el más devastador; triunfó la dictadura.
Ante este panorama, el resultado dudoso de la contienda es muy comprensible. Además, una elección en la que las reglas, solo sirvieron de burla y si bien tendremos una presidente reconocida oficialmente, que, muy posiblemente, será legítima. Por todo esto, alguien que se considere demócrata, jamás felicitará a quien resulte triunfador en estas condiciones tan antidemocráticas. Ya ni llorar es bueno, llorando no arreglamos nada. Debemos analizar bien los hechos, buscar posibles soluciones y, sobre todo, actuar. Tenemos que estar muy conscientes que estamos en garras de una dictadura que nos traerá miseria y sufrimiento, tal como sucede en Cuba, cuyas carencias son tan extremas, que, a pesar de la brutal represión, salen a manifestarse. Venezuela, ha sido abandonada por 8’000,000 de empobrecidos. Países que eran ricos y hoy son miserables. De conseguir su meta nos causarán muchas lágrimas. Como dijera Catón son apátridas y “amátridas”.
Cómo todavía no la implanta al 100%, todavía tenemos una posibilidad de salvar a la patria, pero ahora será mucho. Pero mucho más complicado. Hay un sector social importante tratando de hacer algo. Nada más que después del “madrazo” de la elección de Estado y del narco, muchos se decepcionaron y algunos ya se rindieron. Unos por el posible fraude y otros por la felicitación antidemocrática de Xóchitl. La sociedad le pidió que fuera su candidata, pero eso de alguna forma llevaba implícito encabezar un movimiento de liberación. Bien sea porque se decepcionó o le fallaron los ovarios, se echó la gallina y abandonó el movimiento. Esto fue un segundo “madrazo”. Como que perdió la brújula o le falló su “ingenierismo”, luego de renunciar feamete a su liderazgo, inocentemente presentará proyectos intrascendentes, sin futuro, pues la mayoría del PRIAN Moreno se los desechará con la mano en la cintura. Nada más funcionó como candidata. No dio el paso siguiente para liderear el movimiento patriótico. De todos modos, gracias.
Con el fraude, no sabemos si realmente perdimos. Hay quienes creen que, si ganó el PRIAN Moreno, pero otros que ganaron por la trampa. Los resultados son tan sospechosos, que justifican la duda. Y los partidos de oposición, en lugar de dedicarse a encontrar la verdad, están obsesionados en lo que solo a ellos y a su camarilla les interesa. Ya se doblaron con la destrucción de la SCJN. La patria no es primero. ¡Dan asco! Se perfila una “Docena Horrífica”, mucho peor que la dañina “Docena Trágica”.
A simple vista, se percibe un sector dispuesto a defender a la patria que entregará a sus hijos y nietos. Pero, tanto por la derrota electoral, como por la claudicación de Xóchitl, se redujo. Se espera que a medida que cometan más atracos, habrá más reaccionarios, bien por patriotismo o por egoísmo, para defender sus propiedades y derechos. Para no ir muy lejos, se oye que el PRIAN Moreno ya está preparando un golpe para derrocar a la heroica y patriota Norma Piña, una de los pilares de nuestro movimiento, y darle un buen trancazo a la república de solo dos poderes. Somos agachones, pero si no reaccionamos con las maldades que están recetándonos, de plano es que somos autistas.
Para esta elección, la sociedad se asoció con los restos de tres partidos de oposición no oposición. La idea aparentemente no era mala. Se suponía que los partidos tenían experiencia en fraudes y sabrían defenderse, que contaban con una estructura política para realizar una buena campaña y cuidar las casillas. Pero, olvidaron un “detalle”: negociaron con políticos. Para empezar, los partidos no aceptan que la autoridad es la sociedad y la que manda, así que solo buscaron su beneficio. La candidatura de Xóchitl la aceptaron forzados, por eso, no se coordinaron bien y la trajeron sufriendo con los recursos.
El PRI, como salvo dos sexenios no estuvo en la presidencia, no sabe ser oposición. Además, ya está muy disminuido, porque una buena parte de miembros “chapulinearon” al PRIAN Moreno. Lo encabeza alguien con una cola pisable, que no inspira mucha confianza. (Se dice que negoció con el “Becario de Palacio”). Luego un PAN “quemadón”, muy alejado de sus principios. Dirigido por un integrante de la camarilla de Ricardo Anaya, que secuestró al partido para autosignarse candidato presidencial, dedicado a imponer a uno de su camarilla. El cual ya se alineó para destruir la SCJN. Y los restos de un PRD, que prácticamente pasó totalmente al PRIAN Moreno. O sea, partidos muy disminuidos, que, apoyados por la sociedad, se fortalecieron. Pero como no dejaron de privilegiar la salvaguarda de sus prerrogativas, está alianza no dio los frutos esperados a pesar del entusiasmo social.
Realmente, el mal que sufrimos en gran parte es consecuencia de años del “agachamiento” social. Aguantamos calladita demasiados atropellos. Recientemente nos quitaron el Seguro Popular, se robaron los fideicomisos, nos causaron muchos males y callamos. Y si la sociedad calla, los partidos con mayor razón. Esto fue acumulándose y desembocó en que el “Atila Macuspano” se adueñara del país. Así culminó esta cadena de silencio.
Quedó “requetereconfirmado” que los partidos políticos no van con la sociedad. Tal vez el único que pudiera corregirse sería el PAN, pero para empezar necesita liberarse de sus actuales “cabecillas” y, luego, retomar los principios que le dieron origen. No es fácil, pero los milagros se dan. Parece que el PRI ya no tiene sentido y los elementos valiosos que le quedan podrían integrarse a la sociedad. Aparentemente la solución es un partido nuevo surgido de la ciudadanía, con principios muy sólidos y un filtro muy fino, que impida, hasta donde sea humanamente posible, el ingreso de indeseables. Ya se ven algunos por ahí. Ahorita no tenemos líder, pero ya saldrá. Entendamos que la verdadera fortaleza está en una sociedad activa y positiva o sea en nosotros. Necesitamos un partido que realice un apostolado por el bien común, sin olvidar la importancia de lo espiritual.