Por fin, parece ser que se realizó la venta del famosísimo avión presidencial, obteniendo uno de los contadísimos “logros” de este sexenio. Nada más que como todo “logro” de la 4ª Trasformación, es otro fiasco, como su aeropuerto que no tiene vuelos, pero tiene himno.
Resulta que lo malbarató. Así cualquiera vende un avión. El problema es que, esto es otra palada más de recursos, directita al basurero. Y de palada en palada el desperdicio de este régimen, ya es mayor al de varios sexenios del “odiado” régimen anterior juntos. Y si a eso le sumamos la infinidad de recursos que ha estado utilizando para su campaña para imponernos su dictadura y otros desperdicios varios, es algo catastrófico.
Obviamente, una buena parte de estos estos recursos se obtienen mediante la corrupción y el abuso. Por cierto, esto nos lleva a pensar que un asaltante o cualquier clase de ratero que roba en persona, sin bien, no corre el riesgo de ser encarcelado por “aquellito” de los “abrazos”, si se arriesga a salir mal librado o hasta perder la vida en el intento.
En cambio, un gobernante rata, no arriesga absolutamente nada. Es muy cómodo y seguro robar desde “la Mafia del Poder”. Además, el grado de impunidad para ellos, siempre ha sido muy elevado, especialmente ahora que se combate a la corrupción solo de lengua. Y para mayor
Seguridad, pérfidamente negocian con sus sucesores para cubrirse las espaldas. Para albergar en las cárceles a todos los políticos rateros, (algunos de ellos con fabulosas fortunas), se tendría que ampliar significativamente la capacidad carcelaria.
Además, los asaltantes comunes, emplean el fruto de sus hurtos para su uso personal. Sus vicios, sus gastos o darse algún gustito. Y el daño que causan hasta ahí llega. En cambio, cuando el robo lo efectúan los políticos, es probable que el mal apenas ahí empiece ya que suele suceder, (como en este régimen), que para colmo de males lo que nos roban, una parte la usan para hincharse de lana, pero otra de plano la manejan para “jodernos” a largo plazo. En lugar de aprovecharlo en medicinas, escuelas de tiempo completo, sufragar los gastos del INE, reparar escuelas, equipar hospitales o en algún beneficio social, lo usa para destazar la democracia, destruir instituciones, comprar votos y hacer los daños necesarios para imponernos su despiadada dictadura globalista. O sea que con lo que se “autoaporta” de lo nuestro nos perjudica doblemente: nos desvalija y nos “jode”.
Y todavía, por si fuera poco, resulta que la víctima es él. Como plañidera pregona que; desde Madero, ningún presidente había sido tan atacado como él. Cuando Fox suprimió la prohibición priista a los medios de criticar al presidente, se le dejaron ir a la yugular abusivamente, hasta con falsedades y él aguantó como los machos. Obviamente es una mentira más de un megamitómano compulsivo, que no es nada difícil, que no se sienta mal por echar mentiras, pero si por decir la verdad.
Su afán febril para imponer su dictadura, no le permite entender que, si los verdaderos periodistas solo publican cosas malas de él, es que las hace, y no realiza nada bueno para informar. Ellos se concretan a develar lo que hace. Si quiere que anuncien acciones buenas, tan solo necesita realizarlas. Además, se le olvida que es el presidente que más ha atacado al país. Especialmente ahora que ha redoblado sus ataques destructivos en muchos frentes. Últimamente trae a sus lacayos del Congreso aprobando, (sin leer), al vapor industrialmente proyectos de ley, para causar deterioros por todos lados. Y así, quiere que se le ensalce. Es de risa loca.
Poco le importa que los recursos que utiliza en contra nuestra y de nuestros hijos, sean fruto de nuestro trabajo. Y aparte todavía se molesta, si nos defendemos y se pone a amenazar, difamar, ofender y burlarse de todo aquel que difiera de su proyecto. Su reglita marxista de dos escalas le dice, que quien debe ofenderse es él.
Ha dedicado un muy especial esfuerzo en pisotear y neutralizar la Constitución, la cual no está para controlar al pueblo, sino que es la principal herramienta que tiene el pueblo para controlar al gobierno, ya que este maneja los recursos de todos. Y como por primera vez en nuestra historia, salvo los ministros Loretta Ortiz, Arturo Saldívar y Yazmín Esquivel, (la de los títulos inciertos y la poca dignidad), que son lacayos serviles e incondicionales del Ejecutivo y adversarios de la Constitución, por fin, tenemos una Suprema Corte de Justicia independiente, ocupada verdaderamente en hacer que se respete. Y como, con valor patriótico, han puesto coto a algunas de sus perversidades y ocurrencias, ofende a sus integrantes, buscando malévolamente hacerlos aparecer como perversos enemigos del pueblo bueno.
Esto indica que, para desgracia de México, hay una grave crisis, pues existe una declarada enemistad del responsable del Ejecutivo, contra los miembros de la SCJN que cumplen con el deber que les marca la Constitución. Públicamente reconoció que dio la orden a sus floreros, de que a la Presidente de la Corte, ni le contesten el teléfono. Y remató declarando que, “eran una elite corrupta de politiqueros ramplones, que querían hacer enjuagues con la Guardia Nacional”. Todo por oponerse a la militarización, como él se oponía, cuando andaba quedando bien de candidato. Ojalá esto no vaya a desembocar en una crisis más seria. No cabe duda, que el diablito que dice que le aconseja, está en plena efervescencia.
Afortunadamente, por fin, está empezando a ponérseles obstáculos a sus abusos y destrucciones. Esto, gracias a esta Corte patriótica que, vela realmente por la vigencia de la Constitución y a que la sociedad está empezando a hablar. Aunque todavía le falta, ya que esta guerra civil sin balas, está incrementando su virulencia, ya que el tiempo para implantar su dictadura se le está terminando, y ante el hecho de que ya no le resulta tan fácil imponerse, tiene que presionar y recurrir a más triquiñuelas.
Esto y otros problemas que se está buscando, parece que lo están estresando demasiado, tal vez, por eso enfermó. Hay comunicólogos a los que sus fuentes de palacio, les informan que, está fuera de sí y a semejanza de Hitler, cuando entendió que su derrota estaba cerca. No entendía razones, (aunque él nunca las ha entendido), ofendía y amenazaba a todos, exigía absurdos, cometía más errores y se hundió más. Una fiera acorralada, es más peligrosa, y esta, además cuenta con el erario y la fuerza de las armas. Así que es indispensable que la sociedad reaccione masivamente. La moneda está en el aire. Pero ya dio unos botes en el suelo. Así que no queda mucho tiempo.