Era lógico, me alegra, pero no me sorprende. La renovación de Sergio Pérez con Red Bull era un secreto a voces, sólo había dos dudas en este tema, el primero, cuándo sería el anuncio y el segundo, por cuánto tiempo, de ahí en fuera, el piloto de Guadalajara se ganó a pulso un lugar en la élite actual de la F1; sin embargo, su extensión de contrato trae “cola” y valdría la pena ponerlo en contexto.
¿Por qué renovarlo? Desde la llegada de Max Verstappen al primer equipo en 2016, no tenía a alguien que le compitiera, pero que a la vez hiciera equipo. Hace seis años, Daniel Ricciardo salió huyendo del equipo. Al tratar de elegir su sustituto, Helmut Marko, el encargado de dicha escuela, junto a Christian Horner el team principal se toparon con pared. Carlos Sainz se fue a Renault, al ruso Daniil Kvyat lo subían y lo bajaban, pero no dio el ancho; Pierre Gasly no pudo con la exigencia y lo regresaron a Alpha Tauri. Llegó Alex Albon, pero el tailandés tampoco pudo y quedó relegado a piloto de pruebas; todo coincidió con un espectacular cierre de Checo con Racing Point en 2020 y ahí empezó esta historia de éxito. Pérez padeció en 2021 con un monoplaza hecho a la medida de Verstappen, domó al Toro y ayudó para el ganar el campeonato de pilotos.
En 2022, con la nueva nomenclatura de los coches, Sergio terminó por convencer, cuatro podios en siete fechas, una pole y una victoria, la de Mónaco, pero más aún, su ritmo de carrera.
Los retos de Checo. Tras el anuncio, viene lo importante, ¿Qué pasará ahora? A mí me pareció en un principio demasiado osado el discurso de Checo, ese en el que afirmaba que no aceptaría ser el piloto dos, que por respeto a su familia y a su carrera preferiría mejor retirarse a ser un segundón. ¿Qué le pasa? Me dije, ¿acaso se volvió loco?, esa es su realidad, pero ¿les digo algo?, me parece extraordinario que muestre ese perfil de querer ser más, de no ser un simple escudero, un agachón, un Valteri Bottas. Para que le dejen competir tendrá que pelearle a Verstappen, amigos y rivales; hoy la relación con Max es cordial, ¿será igual cuando privilegien al mexicano, como pasó en Mónaco? Con la renovación oficial, en Milton Keynes tendrán que ser inteligentes para gestionar una sana competencia, el hambre de campeonar de nuevo de Max con ese mismo objetivo de Checo.
Sergio depende ahora de mantener su nivel para que las famosas órdenes de equipo sean para apoyar al piloto mejor ubicado y con ritmo en la pista. Para eso, Checo tiene que estar por encima de Max, un reto mayúsculo diseñado sólo para alguien con el hambre que ha mostrado Pérez desde que llegó a Red Bull .
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