Aquí la más principal hazaña es obedecer, y el modo como ha de ser es ni pedir ni rehusar.

-Pedro Calderón de la Barca

Sí, queda claro que la extradición de los 29 narcos fue un regalo para Donald Trump. Una ofrenda con la esperanza —casi la certeza— de que, a cambio, nos perdonaría los aranceles generales al menos por un mes más. Pero, ¿sirvió de algo?

Lejos quedó el recuerdo de febrero, cuando Claudia Sheinbaum fue recibida entre aplausos en Palacio Nacional tras hablar con Trump y anotarse su primer éxito diplomático. Pero febrero duró poco. Marzo arrancó mal. Si esto fuera un marcador, podríamos decir que vamos 1-1, y el partido todavía se juega en la cancha de Washington.

Vienen tiempos difíciles. Nos quedan 46 meses de Trump, y si su gobierno sigue en la misma línea, México enfrentará inestabilidad constante, pérdida de inversiones y un crecimiento económico estancado.

Para 2025, los pronósticos no son alentadores. Se espera un crecimiento exiguo y, en el peor de los casos, una recesión que podría convertirse en crisis. Ni los zócalos llenos ni los programas sociales servirán de mucho si la inflación golpea con fuerza. Una despensa al doble o triple de su precio es un escenario real en el corto plazo. Tres meses consecutivos de aranceles podrían regresarnos a 1994: escasez, quiebras, un dólar inalcanzable y una crisis que toda una generación simplemente no conoce.

La estrategia de Sheinbaum ha sido ganar tiempo. Las negociaciones son intensas, pero sin ninguna certeza. ¿Qué pasa si Ebrard convence a Howard Lutnick? Al final, la última palabra la tiene Trump. Su propio secretario de Comercio negó la posibilidad de aranceles generales y, con un simple tuit, Trump lo desmintió.

Responder con aranceles de la misma magnitud sería pegarnos un balazo en el pie. No hacer nada tampoco es opción. Estamos entre la espada y la pared.

Mientras tanto, la clase política sigue atrapada en el chisme, empeñada en convertir el Congreso en un circo y politizando hasta la ceguera. Políticos pequeños ante un problema gigantesco.

En este contexto, destaco la propuesta de Luis Donaldo Colosio en MC: un decálogo que plantea incentivos fiscales, fomento a la producción y consumo interno, integración social y revisión de la reforma judicial. Son buenas ideas, pero requieren tiempo y voluntad política. Por ahora, solo son eso: ideas.

En Europa han comenzado a diseñar un futuro menos dependiente de Estados Unidos. ¿Deberíamos seguir su ejemplo? México ha diversificado sus relaciones comerciales con China, la Unión Europea y América Latina, pero sigue dependiendo en un 80% de EU para sus exportaciones. Pensar en una alternativa realista significaría redefinir nuestra política económica y comercial.

DE COLOFÓN: Al inicio de esta columna mencioné a los 29 narcos extraditados, la ofrenda que no sirvió para nada… aunque sí sacudió el avispero. Algunos dicen que Trump quiere a AMLO tras las rejas. Otros aseguran que el próximo en una celda de Brooklyn será Calderón.

La verdad, ni uno ni otro importan en este momento. Los capos que mandamos a EU son históricamente y políticamente redituables, pero la DEA y el FBI buscan algo más fresco.

Y ya no nos quedan fichas. Los narcos y sus socios políticos que realmente interesan a los estadounidenses siguen libres. Algunos, como Rubén Rocha Moya, hasta gobiernan.

Ya veremos si viene un segundo paquete.

@LuisCardenasMX

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