Considerada ampliamente como la publicación más importante en idioma inglés, el Primer Folio (First Folio, 1623) que contiene 36 obras de teatro, 18 de las cuales no se habían impreso anteriormente y de no aparecer en este volumen podrían haberse perdido en la historia… así lo describe Alex Capon en el Antique Trade Gazette. Un ejemplar de este sumario de William Shakespeare (1564-1616) salió a subasta en Christie’s, Nueva York, el 14 de octubre de este 2020, vendiéndose en 9.8 millones de dólares (incluye premio de la casa subastadora).
Este Primer Folio fue consignado a Christie’s por Mills College de Oakland, la universidad para mujeres más antigua del oeste de los Estados Unidos, fundada en 1852 y la primera institución de educación superior de nuestro vecino del norte en aceptar estudiantes transgénero. El impreso arribó tras ser vendido en 1961 a Allan I. Bluestein, desarrollador inmobiliario en Washington, D. C. por Bernard Quaritch, comerciantes en libros raros y manuscritos desde 1847, en Londres.
El primer dueño registrado fue John “Mad” Fuller (1757-1834), un adinerado propietario de bienes raíces en Sussex, Inglaterra, mecenas del pintor romántico Joseph Mallord William Turner (1775-1881). El lote con el Primer Folio de Christie’s además contenía una carta autógrafa (1809) del erudito Edmond Malone (1741-1812), quien lo revisó dando fe de su autenticidad.
¿Por qué el Primer Folio? Tras la muerte del más famoso escritor y actor inglés, John Heminge (1556-1630) y Henry Condell (1576-1627), actores y amigos suyos, colaboraron en la edición de sus obras completas (1623), organizándolas por género: tragedias, comedias e historias, evitando así que aquellas no publicadas en vida del escritor se perdieran: Macbeth, Noche de Reyes (Twelfth Night), Julio César, Medida por Medida (Measure for Measure) o La Tempestad (The Tempest), por ejemplo.
La publicación vio la luz gracias a Edward Blount (1562-1632), editor literario, identificado por el Oso Negro de su rótulo en St. Paul’s Churchyard, quien asumió la traducción del italiano Giovanni Florio, colega de Giordano Bruno, de los ensayos de Michel de Montaigne; la primera versión en inglés de Don Quijote, lo mismo que obras teatrales de Christopher Marlowe y otros; quien se asoció con la imprenta de William Jaggard y su hijo Isaac, involucrados con los teatros londinenses, pues gozaban del monopolio de impresión de los carteles que promovían las funciones. Amigo cercano del editor de los Sonetos (1609) de Shakespeare, Thomas Thorpe.
A pesar del costo que supuso, su producción fue un éxito comercial, y un Segundo Folio apareció en el mercado menos de una década después. Ya para el siglo XVIII los primeros folios se convirtieron en muy buscados por coleccionistas y anticuarios. Estos primeros folios cambiaron de manos en la década de 1790 por un precio promedio de 30 libras esterlinas, para la primera mitad del siglo XIX habían duplicado su valor, mientras que a partir de 1850 alcanzaban la suma de 290 libras esterlinas.
En el siglo XX, el alza en los precios del Primer Folio se debió a coleccionistas como Henry Clay Folger, presidente de la Standard Oil Company, quienes hicieron subir los precios. Ello generó que muchos libreros y anticuarios armaran “Nuevos Primer Folio” a partir de hojas
sueltas. Su mercado se concentra en bibliófilos particulares e instituciones de Estados Unidos, Reino Unido, Europa y Japón (la Universidad Meisei de Tokio resguarda 12 ejemplares, la segunda colección mundial en importancia).
Solo 56 copias se consideran “originales y completas”, seis de ellas permanecen en manos privadas. Se cree que la edición original fue de 750 copias, habiendo sobrevivido hasta nuestros días 235 de ellas; más de la mitad en instituciones estadounidenses, incluyendo la Folger Shakespeare Library (https://www.folger.edu/shakespeare/first-folio) que conserva 82, 36 en el Reino Unido, por ejemplo. La clave del precio es la cantidad de hojas originales que contienen (son de aproximadamente 900 hojas cada uno) algunos con reemplazos de otros primeros folios que se rompieron o de ediciones posteriores o facsímiles, por eso la importancia del precio que alcanzó este Primer Folio en la subasta de Christie’s.
Para la puja, los estimados se ubicaron entre los 4 y los 6 millones de dólares. Las ofertas se centraron en tres postores al teléfono. El ganador fue un anticuario, librero y vendedor de fotografías, Stephan Loewentheil (1950) quien desembolsó más de los 6.1 millones de dólares de otro Primer Folio puesto a la venta también por Christie’s en octubre del 2001 y que mantenía el récord del mayor precio para un ejemplar vendido en subasta. El remate debió de haberse realizado en abril, pero debido a la pandemia se fue posponiendo. El anticuario que ya había adquirido otro Primer Folio en Sotheby’s en 2010 por 1.5 millones de libras (no incluye premio de la casa subastadora) comentó que la obra va a una colección privada de libros y manuscritos en Estados Unidos.
El comprador inaugural del First Folio del que existe constancia probada fue un cortesano del condado de Kent, sir Edward Dering, quien adquirió dos ejemplares el 5 de diciembre de 1623; de acuerdo con la Dra. Emma Smith, investigadora de la Universidad de Oxford, dedicada a temas shakespearianos.
La historia ha terminado por contradecir al bardo por antonomasia, quien definió la gloria como “un círculo en el agua / que nunca cesa de agrandarse / hasta llegar a ser tan ancho / que se disipa en la nada”. Para sorpresa de los incrédulos, William Shakespeare goza de cabal salud a través de catorce comedias, diez tragedias y diez dramas históricos.
First Folio (1623) puede consultarse en: https://onemorelibrary.com/index.php/es/?option=com_djclassifieds&format=raw&view=do
wnload&task=download&fid=10284