Cuando se sabe a quién pertenecieron los objetos en una subasta, por regla general alcanzan un mejor precio de martillo, si además los acompaña un título nobiliario entonces se elevan por los aires a alturas insospechadas. Esto lo comprobamos el pasado 24 de marzo en la subasta de Sotheby’s Londres de La colección familiar de la difunta Condesa Mountbatten de Birmania (The Family Collection of the Late Countess Mountbatten of Burma): 385 lotes de joyería, mobiliario, pintura, escultura, obras chinas, libros, platería, cerámica y objetos varios, muchos alcanzaron el doble o más del precio estimado. Los herederos comentan que celebraron la memoria tanto de su madre como de su padre, llegando la puja a 5.6 millones de libras esterlinas*, con la participación superior de 1,400 postores de 55 países, con cuatro subastadores turnándose durante las más de 10 horas que duró la almoneda, ya que las posturas en línea retrasan las operaciones.
Patricia Edwina Victoria Knatchbull, la condesa Mountbatten de Burma, era un personaje de armas tomar en el sentido literal de la expresión. Fue coronel de un cuerpo de infantería ligera durante 33 años y condujo tanques de guerra hasta 2004. Abandonó los carros de combate al convertirse en octogenaria. La reina Isabel, su prima tercera, la definió como una mujer “feroz”.
Con su desaparición se cierra un capítulo de la historia del Reino Unido. Hija de los últimos virreyes de la India y prima carnal de Felipe de Edimburgo, Patricia se crió en la antigua colonia, su infancia privilegiada y exótica transcurrió durante los estertores imperiales. Tomó el té con la reina María de Teck, conoció a Mahatma Gandhi y Jawaharlal Nehru, quien romanceó con su madre; fue dama de compañía de la monarca en su primera gira por la Commonwealth
, se codeó con los duques de Windsor y huyó de Londres horas antes de que el Blitz
de los Heinkel He 111 arrasara la ciudad.
Patricia, hija del príncipe Luis de Battenberg –descendiente de la reina Victoria, último virrey de la India, 1er Conde de Mountbatten de Birmania (1900-1979)– y de Edwina Ashley, una rica heredera descendiente de los condes de Shaftesbury. Según la propia condesa, sus padres tuvieron “un matrimonio abierto”. El suyo fue más convencional. Se casó en 1946 con John Knatchbull, barón Brabourne, siendo feliz durante más de medio siglo de matrimonio. Sus damas de honor fueron su propia hermana Lady Pamela Hicks, así como sus primas Isabel de Inglaterra y la princesa Margarita. Mountbatten fue una cercanísima confidente de la reina, quien la eligió madrina de su heredero, el príncipe Carlos.
El 27 de agosto de 1979, la glamorosa vida de la condesa Mountbatten saltó por los aires cuando un comando del ejército republicano irlandés (IRA, por sus siglas en inglés) detonó una bomba en el Shadow V, nave paterna, cuando la familia navegaba en la bahía de Donegal, cerca de la costa de Irlanda, que conquistara su independencia de Gran Bretaña en 1922. En el ataque murieron su padre, su pequeño hijo Nicholas, gemelo de Timothy quien sí sobrevivió, y su suegra. Ella y su marido sobrevivieron de milagro, solamente en el rostro recibió 120 puntos de sutura. Ella se refería a esa herida como “el lifting que me hizo el IRA”.
A la muerte de su padre, lo sucedió como condesa de Mountbatten de Burma, correspondiéndole un escaño de la Cámara de los Lores donde permaneció hasta 1999, cuando por ley fueron eliminados los pares hereditarios. En 2013, con motivo de la publicación de sus memorias, recordó el atentado que dinamitó su vida y confesó que no guardaba rencor contra los terroristas que habían ultimado a su familia: “La amargura no te lleva a ningún sitio. Te corroe y te consume”. Precisamente de tal ausencia de amargura se ha acordado la famosa decoradora India Hicks, su sobrina, quien en su cuenta de Instagram ha colgado varias fotos de su tía y reproducido tan emotivo texto. Más tarde llegó a presidir The Compassionate Friends, una organización de ayuda a padres afligidos, en tanto su marido continuó su carrera de productor cinematográfico encargándose del filme de 1984 A Passage to India, adaptación de la novela de E.M. Forster.
La subasta contaba con muchos objetos de la casa de los Knatchbull, Mersham le Hatch, diseñada por el arquitecto escocés Robert Adam (1728-1792) en el condado de Kent, Inglaterra, heredada por el 7o Barón que la habitaba con la condesa y sus ocho hijos, originalmente amueblada en 1770 por el superlativo ebanista británico de la época Thomas Chippendale (1718-1779), saliendo a la puja tres de estos muebles, uno de ellos un taburete en caoba George III, serpenteado de 1772, con estimados de 20,000 a 30,000 libras esterlinas que se vendió en 44,100 libras esterlinas; mientras otros objetos como una bolsa de noche fabricada en oro de Lacloche Frères, París, en 1905, en forma de un cerdito con orejas, patas y cola con brillantes, ojos de rubí y cadena de oro para colgar, con precios base de 2,000 a 3,000 libras esterlinas, alcanzando un precio de 109,620 libras esterlinas.
Un reloj de mesa en esmalte, plata y piedra dura de la mano del maestro Michael Perchin (1860-1903) para la Casa Fabergé en San Petersburgo, fechado entre 1896-1903, perteneció a Louis Mountbatten, muy cercano a la familia imperial rusa por ambos lados, de padre y madre, haciendo a la última zarina su tía y con quien pasó muchos veranos en Rusia. El reloj se encontraba en la recámara de la condesa, tenía estimados de 15,000 a 25,000 libras esterlinas y alcanzó un precio de 81,900 libras esterlinas.
Un broche de finales del siglo XVIII con un diamante amarillo en forma de cojín, con las iniciales JSB, que venía por parte de la familia Knatchbull, regalado al botánico y explorador Joseph Banks (1743-1820) por su hermana Sarah alrededor de su matrimonio en 1779, Banks viajo en el HMS Endeavour con el capitán James Cook (1728-1779), con estimados de 40,000 a 60,000 libras esterlinas, se vendió en 138,600 libras esterlinas.
De todo lo subastado hay dos lotes que me llamaron poderosamente la atención, el primero se trata del lote con el no. 170, bosquejo preliminar al óleo realizado por el estadounidense John Singleton Copley, RA (1738-1815), Retrato de la Familia Knatchbull de 65 x 95.4 cm, con estimados de 60,000 a 80,000 libras esterlinas. La historia del retrato familiar es interesante, fue solicitado al artista por el viudo Sir Edward Knatchbull, 8o Barón (1758-1819), para que lo retratara con sus 10 hijos. El pintor estadounidense, en los últimos años de su vida, vio la oportunidad de armar un proyecto ambicioso y controvertido para reactivar su carrera en Gran Bretaña, concibió un diálogo de cerca de 10 metros de largo, decisión que tensó la relación entre el patrono que esperaba la obra quedase terminada en un mes y el retratista a quien le tomó tres años concluir el encargo, dados los constantes cambios y demandas de último momento del barón.
Detengámonos en los detalles, de entrada, el comisionista quiso incorporar a su primera esposa a lo que Copley accedió pintándola en la esquina superior derecha al modo de un ángel que mirara a toda su familia. Acerca de esto Mark Hallett (n. 1965), director del Centro Paul Mellon para Estudios de Arte Británico afirma que desde William Hogarth (1697-1764) y algunos de sus contemporáneos solieron incluir a personajes fallecidos en los retratos, en especial si el deceso de un miembro de la familia ocurría durante la elaboración de la obra.
El reto de Copley fue mayor, pues no existían antecedentes de que “cohabitaran” en el espacio plástico la esposa vieja y la nueva. La situación se complicó todavía más cuando la segunda esposa murió un par de años después de comenzado el retrato; ya que Knatchbull reincidió en el matrimonio, insistiendo que la segunda esposa se sumara al círculo de espectadores celestiales y su lugar en la escena familiar fuese ocupado por la pareja en funciones. En el delirio total y cuando Copley estaba a punto de concluir el encargo, su cliente decidió que la criatura que su nueva esposa daría a luz tenía que formar parte de elenco tan numeroso. De acuerdo al historiador neoyorkino James Thomas Flexner (1908-2003), Copley estuvo tanto tiempo en la casa de la familia Knatchbull que la hija menor lo llamaba “daddy”.
Artista y mecenas creyeron que cuando se develara la obra monumental iba a causar una sensación artística, así fue, pero por las razones equivocadas, resulta que, en una vista privada previa a la exhibición pública, Knatchbull se mortificó al escuchar a gente riendo mandíbula batiente al ver a las esposas angelicales colgando del cielo de la obra. Furioso pidió que la pintura se bajara inmediatamente de donde se mostraba y ordenó a Copley repintar el grupo flotante, antes de segmentar la pintura en tres fragmentos independientes.
Como era de esperarse, las diferencias y solicitudes no previstas requirieron de un arbitraje legal para fijar los honorarios del creador. Después de todo lo sucedido quien ordenara la composición quiso recortar, además, el pago del artista forzando la disputa pública que perdió cuando los amigos del retratista y sus colegas lo respaldaran. En la subasta el lote 170, el boceto del retrato que incluye a las esposas en la esquina superior derecha, se vendió en 88,200 libras esterlinas; el lote con el no. 171 es una de las tres partes en que se cortó el retrato original y lleva los retratos de Rt. Hon. Sir Edward Knatchbull, (1781-1849) que se convertiría en el 9o Barón, con su hermano Norton Joseph Knatchbull (m. 1801) con estimados de 50,000 a 70,000 libras esterlinas no se vendió, mientras otra de las partes del cuadro original, el de Mary Knatchbull tocando un tamborcito, forma parte de una colección privada.
En Boston existe un parque, el Copley Square, con la escultura de John Singleton Copley, obra de Lewis Cohen develada en 2002. Por su parte, los padres de la condesa inspiraron al historiador Andrew Lownie la biografía The Mountbattens: Their Lives and Loves, libro que revela detalles sombríos del poco convencional matrimonio. La exhaustiva investigación realizada en los archivos del FBI sacó a flote episodios escandalosos y vergonzosos que demuestran que ni aún la realeza puede escapar a los designios del corazón.
NOTAS:
1 La antigua Mancomunidad Británica de Naciones es una organización integrada por 54 países soberanos independientes y semindependientes que, con la excepción de dos de sus Estados miembros, Mozambique y Ruanda, comparten lazos históricos con el Reino Unido.
2 Así se conocen los bombardeos de la Luftwaffe sobre población civil entre el 7 de septiembre de 1940 y el 21 de mayo de 1941, cuando dieciséis ciudades británicas fueron atacadas con más de 100 toneladas de explosivos. Londres fue atacada en 71 ocasiones, Birmingham, Liverpool y Plymouth ocho veces, Bristol seis, Glasgow cinco, Southampton cuatro, Portsmouth y Hull tres, ochos urbes más recibieron al menos un ataque, en tanto los puertos fueron sometidos a fuego sin cuartel. Una cifra superior al millón de casas fue destruida y los decesos ascendieron a 40 mil, casi la mitad en la capital británica.