Houston, Texas, sábado, temprano por la mañana, con un clima ideal como para caminar por la calle, hace un viento muy agradable ya de primavera, manejo rumbo al centro al Museum District. Llego al estacionamiento nuevo del Fine Arts Museum Houston (MFAH) dejo el coche y subo por el elevador que me va a sacar al jardín de esculturas del museo, voy a visitar la exposición que lleva por nombre “Norman Rockwell: American Freedom Exhibit” (Norman Rockwell: Exhibición de la Libertad Americana).

Pero antes del museo visito el jardín de esculturas y paso a saludar a Flora, Desnuda, se trata de una escultura de bronce, 1910 (fundida entre 1960-1965) de 1.65 m de altura, del escultor francés Aristide Maillol (1861-1944). Cada vez que voy al jardín la paso a saludar.

Norman Rockwell en Houston
Norman Rockwell en Houston

Salgo del jardín a la banqueta frente al museo, cruzo la calle y entro a la recepción donde de un lado se encuentra el mostrador de boletos, muestro mi tarjeta de socio y me dan el boleto y un pin de plástico color gris para colgar en la solapa y así poder entrar a la exhibición de Rockwell.

¿Qué conozco de Norman Rockwell…? la verdad poco; sé que hizo las ilustraciones para las portadas de la revista Saturday Evening Post que se publicaba en Filadelfia y se leía en toda la Unión Americana, llegando a millones de norteamericanos, sobre todo de clase media, se imprimió semanalmente de 1897 a 1963.

Norman Rockwell en Houston
Norman Rockwell en Houston

¿Qué otra cosa conocía de Rockwell…? que hace muchos años, cuando funcionábamos como casa de antigüedades, me llevaron varias portadas del SEP (Saturday Evening Post) para vender, no recuerdo los temas. Hoy en día, esas portadas se venden entre los 15 y los 40 dólares –dependiendo el tema– tienen mayor valor las de la primera época que son más difíciles de conseguir, llegando a venderse en más de cien dólares.

Norman Rockwell trabajó para la SEP 47 años (de 1916 a 1968) y realizó 321 portadas. En estas ilustraciones siempre idealizó la identidad americana con imágenes de la familia feliz partiendo el pavo el día de gracias, la tranquilidad y alegría de vivir en un lugar donde el policía es regordete, amigable y sonriente, que cuida quien sabe qué, porque todo en ese lugar es perfecto; en otra imagen vemos en una cafetería al dependiente con una gorra de cocina que ve muy complacido y sonriendo, como un muchachito de escasos 10 años con pelo rubio en overol de mezclilla, trepado en la barra, disfruta de tres bolas de helado que están servidas en un vaso alto transparente con una cuchara larga y una cereza en la punta de la última bola del helado. En otras imágenes, niños nadando en lugares idílicos con amiguitos y amiguitas, todos blancos, rubios y pelirojos, sonrientes, en un clima ideal, todo creado en una forma muy foto-realista y es así, de hecho, como hacía todas sus ilustraciones, de acuerdo a fotografías previas que se tomaban por separado para hacer la composición final.

Norman Rockwell en Houston
Norman Rockwell en Houston

La exposición del Museo de Houston se encuentra montada de forma muy elegante, contrastan las pinturas del ilustrador Rockwell con otras exposiciones que se han mostrado en esas mismas salas y me refiero al contraste, por ejemplo, con las pinturas en la exhibición de “Monet a Picasso” que me tocó ver hace unos meses, Rockwell es ilustrador y lo importante para él es la impresión final y no la pintura en sí como arte.

Hay que tomar en cuenta que la influencia de Rockwell fue más importante y más duradera que la de muchos otros artistas exhibidos en museos, eran millones semanalmente quienes recibían la revista y veían la portada que mostraba el buen humor y una vida simple que los hacía sentirse bien, como todos quisieran que fuera la vida, simple y positiva, sobre todo durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, en esta última hizo una serie de un soldado ficticio muy joven, totalmente inocente, en escenas que superan por mucho los horrores de la guerra. A este personaje su esposa le puso el nombre de Willie Gillis.

Norman Rockwell en Houston
Norman Rockwell en Houston

En la muestra, los curadores le dan mucha importancia a cuatro óleos que ocupan una pared en una de las salas, se trata de las cuatro libertades que en 1941 Franklin Delano Roosevelt mencionó en su discurso al Congreso Americano, estas son: Libertad de Expresión, Libertad de Culto, Libertad para Vivir sin Miseria y Libertad para Vivir sin Miedo y que fueron publicadas una cada sábado en la revista Saturday Evening Post en el año de 1943; causaron una gran sensación, tan importantes fueron que se hicieron imprimir carteles con cada una de las libertades para recaudar dinero vendiendo bonos de guerra. ¡Recaudaron más de 132 millones de dólares en bonos de guerra!

La muestra tiene además fotografías en blanco y negro de la Gran Depresión. Una fotografía de las más conocidas e importantes es la “Madre Migrante” (Migrant Mother) de 1936 de Dorothea Lange, hay además carteles de propaganda de guerra de otros ilustradores, caricaturas y otras pinturas de otros artistas.

Llegamos a la última galería que tiene varios óleos de Rockwell pero hay uno en especial que es una de las ilustraciones más importantes de este gran artista y de la exhibición, lleva el título de “El Problema Con El Que Todos Vivimos” (The Problem We All Live With) creado para el décimo aniversario de la conmemoración de Brown contra la Junta de Educación y éste nos narra la experiencia en el año de 1960 de Ruby Bridges, la primera niña de color en asistir a una escuela primaria de puros blancos (Nueva Orleans). Muestra a la niña con un vestido inmaculado blanco ­–también se muestra el vestido en la sala– que va escoltada por cuatro “marshalls” (alguaciles) a los que no se les ve la cabeza, solo el cuerpo y que van pasando frente a una pared blanca en la que se ve un tomate estrellado que acaban de aventar con un graffiti que dice la palabra NIGER en rojo. También nos muestran las fotografías que tomó para llegar a la obra final, así mostrándonos la forma de trabajar de Rockwell.

La obra de Rockwell se ve mejor en las ilustraciones impresas que en los óleos. Le pagaban $5,000 dólares por cada ilustración cuando trabajó para la revista SEP. Eso es nada comparado con el precio de uno de sus óleos subastado por Christie’s Nueva York en 2013 y que de martillo pagaron 46 millones de dólares. Se trata de: “Saying Grace” (Dando Gracias), una de las ilustraciones más populares de la revista en su época.

En total, Norman Rockwell ilustró más de 40 libros e hizo más de 4,000 obras en su carrera.

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