Los Juegos Olímpicos de París han tenido largos años de preparación, honrando la brillante historia de Francia en el deporte.
Los cuidados extremos que han tenido sus dirigentes para presentar una inolvidable ceremonia de inauguración, con más de 800 eventos durante 16 días de competencia, con la participación de más de 10 mil atletas, acompañados de sus directivos, entrenadores, doctores y nutriólogos, fortalecen esa gran fraternidad que se crea cada reunión olímpica, además de las innovaciones que ha manejado el Comité Organizador en todos los aspectos.
La delegación mexicana, con 107 participantes y ya una medalla de bronce, ganada brillantemente por el equipo de tiro con arco femenil compuesto por Alejandra Valencia, Ana Paula Vázquez y Ángela Ruiz, da muestras de que nuestros deportistas son dedicados, disciplinados, ganadores y no fueron solamente a cantar “Cielito Lindo”.
Con gran orgullo han asistido, primeramente a vivir la experiencia olímpica, que es inolvidable, perteneciendo ya a la fraternidad de los Juegos, y segundo, con la esperanza de obtener una medalla y un buen lugar en París 2024.
El Comité Organizador de estos Juegos y el Comité Olímpico Internacional han creado una sinergia muy especial, para revalorizar la cultura deportiva entre todas las naciones reunidas en una de las ciudades más bellas del mundo, con una enorme e histórica cultura deportiva, instalaciones impresionantes, un respeto al medio ambiente, así como con una hospitalidad brillante.
Hasta el momento, ha habido mucha seguridad, con brotes calculados. Todo, con el objetivo de dejar claro que —a través del deporte— existe alternativa de paz y concordia en el mundo.
México, con su máxima institución de Cultura y Deporte (la Conade), ha mostrado en los últimos años falta de credibilidad de los directivos encargados, contagiando a federaciones rotas con directivas ineficientes que tienen otras prioridades, con principios y valores extraviados, mostrando desorientación, división, enfrentamientos con deportistas.
Con una población de más de 130 millones de mexicanos, la realidad es que aspiramos a eficientes organizaciones, que arrojen mejores resultados y no a retrasos cada vez más evidentes.
La gran fiesta olímpica continúa con ejemplares participaciones de los mejores atletas del mundo y extendemos una amplia felicitación a cada uno de nuestros olímpicos mexicanos en París.