No cabe duda de que la vocación se trae en las venas. Ya decía yo que el drama de la senador Téllez venía de algún lugar y claro, como no, ahí apareció en redes sociales (en donde más para empezar) su jefe, el empresario deudor desde hace más de 10 años del SAT, Ricardo Salinas Pliego, dando su grito, llamando a unirse a la resistencia de su Movimiento Anticrimen y Anticorrupción (MAAC), al cual por cierto, está conformado por empleados de TV Azteca. La desesperación toma formas insospechadas.
La situación, por más ridícula que sea, denota el camino, “estrategia” de lo poco que queda de oposición y lo perdidos que están. Primero, qué calidad moral puede tener un empresario que se niega a pagar impuestos, desde 2009 se trae arrastrando este tema, el empresario debe pagar 3 mil 527 millones de pesos al SAT por impuestos que no se cobraron desde hace 16 años, pero no, no quiere pagar, pero eso es apenas la punta de iceberg, de acuerdo con los cálculos del Gobierno federal, el dueño de TV Azteca, Banco Azteca y Elektra, debe más de 74.000 millones de pesos en impuestos.
El pago de impuestos es una obligación que cada persona tenemos ante el Estado, con ellos se contribuye a sacar adelante los proyectos que benefician a la nación, y se existe para ello un criterio de proporcionalidad, el que gana más es obvio que pague más, y ese es el caso de Salinas Pliego, que es concesionario de un bien de la nación, como lo es la señal de televisión, entonces, la primera incongruencia es justo esa: qué calidad moral tiene este señor deudor de impuestos…ninguna realmente.
Como segundo punto, sus “banderas”, su mensaje, dicen tanto, que no hace falta que hable. El “contragrito”, desde su casa, a través de redes sociales porque ni sus empleados iban a hacerle el favor de ser su público en un día tan especial para esta nación, pero así, frente a una cámara, con su esposa María Laura Medina, una bandera de México, otra de la Virgen de Guadalupe y una pantalla de televisión con el lema “Vida, propiedad y libertad”, llamó a las y los mexicanos a definirse entre el comunismo (esa amenaza que para sorpresa de nadie sigue usándose como hace 60 o 70 años) y la innovación, la competencia, la mejora continua y la prosperidad, que se supone, representa él y su “movimiento”.
Antes de continuar, para el mencionado “movimiento” en días pasados convocó a un grupo de periodistas y activistas para lanzarlo, el cual dijo, “aspira a librar una batalla cultural e intelectual contra la 4T”, y según él, a unificar a ese 40% de la población que está en contra del régimen. Vale la pena señalar que las y los asistentes a ese lanzamiento, eran en su gran mayoría empleados o dependientes de esa televisora, detalle importante.
Los símbolos que usó en ese acto, la esposa como accesorio solo para decir que apoyo todo lo que él dice (haciendo honor al clásico hoy repudiado de: detrás de un gran hombre hay una gran mujer), la imagen de la Virgen, estandarte de miles de mexicanos y mexicanas, y el mensaje en la pantalla detrás de él, resume una visión por demás conservador que no va desde hace mucho tiempo con el México de hoy, solo con el de algunos pocos, y las decisiones que cada 3 y 6 años la nación ha ido tomando.
Ayer era Claudio X. González, hoy Salinas Pliego, la desesperación pero con caras y estilos distintos, pero en el fondo, la misma cosa. Sin ideas, sin propuestas, sin iniciativas que vayan más allá de sus propios intereses, y la gente así los ve, claro, menos un Fox que felicita la iniciativa, pero que nos podemos esperar de él…eso precisamente.
Ya veremos si siquiera le alcanza al “precandidato” llegar al 2026, porque al 2030, parece imposible, aunque seguro por ahí encontrarán a un o una Xóchitl Gálvez que de menos los lleve a salvar su registro, porque no habrá más allá de eso.

