La enseñanza del Derecho en México será impactada por el cambio drástico de un gran número de operadores jurídicos derivado de las reformas constitucionales que modificaron la integración de uno de los tres poderes de la Unión: el Judicial.
Es sabido que la enseñanza del derecho siempre ha presentado la dificultad en la conciliación y entendimiento del mundo normativo y el mundo real. Lo que debe ser según las normas, no necesariamente sucede en la realidad y la lectura de la realidad -no sólo de las normas- depende, en mucho, del conocimiento de los otros sistemas que interactúan con el Derecho. Básicamente la sociología, la política y la economía. En la formación de los abogados hay mucho Derecho y poca política, sociología y economía. Esto podría atemperarse con más trabajo interdisciplinario, pero, usualmente, cada disciplina vive en su propio mundo.
Que haya cambios en la enseñanza del derecho por modificación de contenidos legislativos ha sido lo común, aunque esto sólo tienen un impacto parcial porque la Teoría General como un gran paraguas, sigue ahí. Cuando yo estudié derecho, no había una real división de poderes en México, pero la estudiábamos a nivel teórico. La Teoría General del Derecho se enseña sin considerar regulaciones específicas de Derechos Positivos concretos.
Con un Poder Judicial reforzado desde 1995, la enseñanza del derecho comenzó a cambiar paulatinamente porque cada vez se veía más no solo las normas como objeto de estudio, sino también cómo éstas se estaban interpretando en los tribunales. La jurisprudencia tomó en el siglo XXI un papel que no había tenido en los siglos anteriores.
Con la gran reforma del 2011 en materia de derechos humanos, se dio lo que atinadamente se llamó un cambio de paradigma. Las Escuelas y Facultades de Derecho de nuevo se fueron adecuando a ello. Sin embargo, lo que hoy vemos venir, tendrá muchísimo más impacto en la enseñanza del Derecho que cualquier reforma previa porque esta vez, no son sólo cambios de contenidos en las normas -que hay muchos-, sino la sustitución de una gran parte de quienes las leen y las interpretan. Con la agravante de que un órgano disciplinario dirá si están interpretando bien o mal. ¿Habrá criterios objetivos? ¿Hay intención de formularlos? No sabemos aún qué tanto las interpretaciones constitucionales que se han estabilizado, al menos durante este siglo XXI, se mantendrán o sufrirán cambios drásticos. Estamos ante la incertidumbre total.
Hoy más que nunca, a nivel de la enseñanza del derecho cobra importancia el realismo sociológico. Desde hace más de un siglo, el juez Wendell Holmes sugirió poner los ojos en lo que los jueces hacen para entender y enseñar el Derecho. Alf Ross, uno de los realistas más importantes del siglo XX, señaló que el Derecho es una herramienta para predecir las decisiones de los tribunales. El realismo puso el foco en quiénes son los jueces y cómo interpretan las normas.
En la enseñanza del Derecho tenemos desafíos que llegaron inesperadamente y que nos obligarán a repensar y a reelaborar nuestra práctica docente. Una decisión política impactó al Derecho y, desde dentro, habrá que prepararse tanto para el incierto futuro inmediato como para el largo plazo. La función del Derecho no cambia y su importancia para la estabilidad social será valorada tarde o temprano, incluso por quienes sistemáticamente lo menosprecian.
Catedrática de la UNAM @leticia_bonifaz