Los tiempos han cambiado para las mujeres que han elegido estudiar Derecho. Lejos estamos de las condiciones adversas a las que en el siglo XIX se enfrentaron María Asunción Sandoval Olaes en México; Lidia Poe en Italia o Clara Foltz en California. El feminismo fue clave para que hubiera mayor presencia de las mujeres en la educación superior y en el espacio público.
La historia muestra que las primeras mujeres abogadas no tuvieron problema con sus compañeros ni en los pasillos universitarios. Los maestros estuvieron a la altura de las circunstancias. El conflicto nació más bien en el Foro cuando comenzaron a ejercer o a intentar ejercer su profesión.
En la medida que avanzó el siglo XX, más mujeres fueron abarrotando las facultades de derecho hasta cerrar con números casi iguales entre hombres y mujeres. La pregunta ahora es si, en este siglo XXI, hay todavía desigualdad y cómo se manifiesta. Esta pregunta se la hicieron AbogadasMX y con el apoyo de Data Cívica, encontraron las respuestas a través de un estudio que se llama “Derecho Desigual. Las Brechas en la Abogacía en México” que acaba de ser presentado. Fue muy importante que, con datos duros, tuviéramos acceso al actual estado de las cosas.
¿Qué cuestiones se pueden resaltar del estudio? En cuanto a la paridad de género por sector de trabajo, encontramos que en empresas del sector privado, las abogadas constituyen el 47% y el 53% son abogados. El mismo porcentaje se repite en el sector público (gobierno federal). La variación es mínima en gobiernos estatales o municipales donde hay un 45% de abogadas frente a un 55% de abogados. En los Poderes Legislativo y Judicial la cifra de mujeres aumenta a 54% contra 46% de abogados. En las organizaciones no gubernamentales hay mayor presencia de abogadas que de abogados 53% contra 47%. El dato que se sale de los parámetros es el relacionado con una empresa personal. Ahí, el 70% son abogados frente al 30% de abogadas.
Por otro lado, con datos de toda la República, sólo en Zacatecas hay más mujeres ejerciendo la profesión que hombres haciéndolo, la cifra de mujeres es del 51%. La entidad federativa más baja es Veracruz, sólo el 28.8 de las personas que ejercen la abogacía son mujeres.
Hay un dato curioso: las abogadas solteras ganan más que las casadas. Otros datos interesantes: Al 14.1% de las abogadas les han pagado menos que a un hombre en el mismo puesto. Al 13.9% de las abogadas les han limitados su desarrollo profesional para favorecer a un hombre. Al 15.3% le han dicho piropos groseros u ofensivos. Al 9.3% le han pedido una prueba de embarazo como requisito para trabajar. Al 13.2% las despidieron o no les renovaron el contrato por embarazo. Ahí es entonces donde se pueden ver marcadas las desigualdades; pero lo más importante está relacionado con las tareas de cuidado. El dato es que las abogadas dedican en promedio 15.5 horas semanales al trabajo de cuidados en contraste con 5.5 de los abogados. Asimismo, 23.5% de abogadas tienen acceso a guarderías por su empleo en contraste con el 9.5% de los abogados. Y el 24.9% de las abogadas tienen acceso a tiempo para cuidados a través de su empleo frente al 10.2% de los hombres.
La clave para la igualdad está en el equilibrio entre lo público y lo privado. Qué bueno que se hagan ejercicios de este tipo. Ojalá se extendieran a otras profesiones para tener el mapa completo.