Un reciente estudio arrojó que los dos temas que más preocupan a los capitalinos, a pocos días de las elecciones del 2 de junio, son el suministro de agua potable y la seguridad. Se trata de temas complejos que han adquirido dimensiones mayores a causa de factores que se han sumado a la ecuación.
En el caso del agua, por ejemplo, el cambio climático, la escasez de lluvias y la deforestación, han agravado la situación, provocando una crisis sin precedente. En seguridad, por otro lado, la situación es desigual. Si bien en la CDMX se redujeron distintos delitos, entre ellos los homicidios, en los últimos 5 años; hay alcaldías como la Cuauhtémoc cuyo mapa delictivo no ha cambiado. Los robos, extorsiones y venta de estupefacientes son el pan de cada día.
La crisis del agua se ha convertido en una bomba de tiempo. Los bajos niveles del Sistema Cutzamala son prácticamente alarmantes y lo anterior tiene una relación directa con la falta de precipitaciones (la mayor de la que se tenga registro en los últimos 3 años) y la sobre demanda del vital líquido (9 millones de metros cúbicos a la semana).
Por ello la imagen de las pipas recorriendo las diferentes colonias y fraccionamientos de la ciudad es cotidiana. Ni hablar del "huachicoleo" de agua, que hasta hace 5 años ni siquiera existía.
Pero entonces, ¿qué podemos hacer para entrarle a una discusión seria del tema, que ponga propuestas de fondo sobre la mesa?, de entrada analizar la crisis como un asunto metropolitano, en el que participen autoridades de todos los niveles de gobierno y expertos en la materia; pero también hacer a un lado las posiciones políticas que intentan sacar ventaja de un tema tan delicado.
Una inversión de al menos 17 mil millones de pesos, así como la recuperación y preservación de los caudales de la Ciudad de México, es otro aspecto esencial en este escenario.
La seguridad, el otro tema de mayor interés para los habitantes de la capital, también ha sido usado como punto de choque en las campañas en curso. Pese a los resultados positivos en la materia, en muchas demarcaciones; la diferencias políticas impidieron avances integrales en una estrategia que implicó más policías, mejor preparados y un sistema de videovigilancia de primer nivel.
Sin embargo, fueron nuevamente posturas de índole político, como ocurrió en la Alcaldía Cuauhtémoc, las que terminaron dinamitando los esfuerzos institucionales promovidos desde el gobierno central. Desde 2018, nunca se había experimentado una reducción de delitos en la capital (64%) como en la actualidad. Pero ahora, más allá de que el tema haya sido puesto en la agenda pública por temas electorales, vale la pena analizar a detalle cuáles son los avances y pendientes en la ciudad.
Ampliar el sistema de vigilancia, invertir en más y mejor equipo para nuestros policías, aumentar la coordinación entre las autoridades e integrar políticas públicas de mejora de los espacios públicos, deben estar presentes en esta conversación.