La cafetería de Augusto, en la Ciudad de México, ha sido asaltada tres veces. En el primer atraco, en 2017, tres tipos con pistola se llevaron los celulares de los empleados, una tableta electrónica, la laptop del negocio y la caja con la venta del día. A la mañana siguiente, Augusto fue al Ministerio Público a presentar su denuncia y llevó el video que tenía de la cámara de seguridad donde se veían los rostros de los asaltantes. Cuatro horas le tomó hacer el trámite y tuvo que regresar una vez más con las facturas de los objetos robados, invirtiendo otra hora y media. Tras la denuncia, nada pasó. Nunca volvió a escuchar de las autoridades.

El segundo robo fue en 2018. En esa ocasión, los asaltantes amenazaron con pistola a los comensales y empleados, les robaron sus pertenencias y se llevaron la caja. Augusto volvió a denunciar. De forma casi idéntica a la vez anterior, le tomó cuatro horas y media hacer el trámite y no pasó nada. Al comerciante le pareció relativamente predecible no recuperar algo de lo robado pero no se podía acostumbrar al silencio e inacción de las autoridades.

A principios de diciembre del 2019, la cafetería sufrió el tercer robo. Esta vez fue a media noche, cuando la cafetería estaba cerrada. Dadas las experiencias anteriores, Augusto decidió que era mejor no ir a perder su tiempo al Ministerio Público. Su esposa, Thalía, sin embargo, no estaba conforme y quería hacer algo. Le parecía que había que reportar el delito como una obligación cívica. Además, la semana en que ocurrió el robo, Thalía había leído en el periódico sobre el lanzamiento de una nueva plataforma en la Ciudad de México que permite estos reportes de forma remota. Fue esto lo que la animó a denunciar. El tiempo que le llevó registrarse, entender el funcionamiento del llenado del formulario y hacer la narración de los hechos, le tomó menos de una hora en el portal: denunciadigital.cdmx.gob.mx

La experiencia de Thalía ilumina las ventajas del nuevo sistema de denuncia. El sistema permite reportar una variedad de delitos, incluyendo robo. El proceso es amigable y puede operarse por teléfono o por computadora, además de que puede iniciarse y concluirse creando una perfil de identificación de la CDMX con solo la CURP.

Por otro lado, existen áreas de oportunidad para la mejora del sistema. La más importante, consiste en eliminar el llamado MP Virtual de la PGJCDMX que hoy subsiste. El MP Virtual es un sistema de citas, no un sistema de denuncia; su portal está lleno de términos legales, prácticamente incomprensibles y solo sirve para hacer citas de denuncia presencial relacionadas con un puñado de delitos. Más aún, el MP Virtual requiere de la disponibilidad de la e.firma del SAT para su uso, lo cual es absurdo.

Sobre los retos específicos al portal de denuncia digital, este podría: ampliar los delitos reportables, mejorar la información introductoria; automatizar la presentación de los formatos de captura y solventar la ambigüedad sobre la necesidad de validación del perfil de identidad.

Innovaciones como la denuncia digital son necesarias de frente a la creación de la Fiscalía General de la Ciudad de México cuyas funciones inician el 10 de enero. En términos de eficiencia, la simplificación de la denuncia puede representar una oportunidad de ahorro en una institución que destina 70% de sus recursos presupuestales en la maquila de iniciar carpetas de investigación que se archivan para siempre. El paso de la denuncia digital no rasguña el reto completo de la reforma, pero es un buen paso en la dirección correcta.

Miembro de la Comisión técnica para la transición
de la PGJ a la Fiscalía General de Justicia
de la CDMX

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