Incongruencia política, me respondió la feminista Marta Lamas cuando le pregunté hace un par de días qué opinaba sobre López Obrador inaugurando el Foro Generación Igualdad, organizado por ONU Mujeres, y los gobiernos de México y Francia. Incongruencia política dijo Marta Lamas, quien también opina que el presidente López Obrador no es feminista.

Claro que no lo es, tanto que en su discurso de inauguración, en vez de centrarse en las mujeres y los abrumadores y crecientes datos de violencia y desigualdad, se fue a dar una tremenda vuelta (otra más, como cada conferencia mañanera) por la corrupción de gobiernos neoliberales, por los programas sociales de este sexenio ‑como Jóvenes construyendo el futuro‑ que no benefician particular ni específicamente a las mujeres, por la ausencia de gasolinazos que qué tienen que ver con el que las mujeres en este país ganen hasta 25% que los hombres por el mismo trabajo realizado. Por aumento del salario mínimo que tampoco beneficia solo a mujeres.

Es que este señor no ha entendido nada de desigualdad, entonces. Y remata con citar a México como uno de los primeros lugares con gobierno paritario. Es cierto. Congreso y gabinete hoy son paritarios. Sin embargo, de sobra sabemos que ese paso no ha servido para generar las políticas públicas que beneficien la desventaja que tienen las mujeres en este país. No ha servido para hacer legal la interrupción del embarazo en más estados, para evitar que presuntos violadores se postulen como gobernadores, no ha servido para implementar un sistema de justicia ante los feminicidios, aunque el presidente se atreva a mentirle al mundo que en México se castigan a aquellas personas que matan a las mujeres solo por ser mujeres. Mientras nos retumba la imagen de la muralla que cercó Palacio, convertida en memorial por las miles mujeres muertas y desaparecidas cada año. Aunque el presidente se atreva a mentirle al mundo que en México las mujeres son libres, mientras nos retumba la imagen del ataúd blanco de Wendy, cargado por sus amigas.

Mientras nos retumban los gritos de cientos de personas llamando a la justicia en ese mismo funeral de la niña de 16 años, encontrada muerta en un canal de aguas negras, en Xonacatlán, Estado de México. Aunque el presidente, que no ha demostrado otra cosa más que ser un macho, se atreva a mentirle al mundo que en México no hay tolerancia para el machismo.

López Obrador se refirió a aquellos gobiernos neoliberales como responsables de la situación de las mujeres, y recordó que este gobierno no aplica la política neoliberal. ¿Acaso alguna estadística demuestra que este sexenio es distinto? No, señor presidente.

En todo su discurso, AMLO audaz en comunicar, no mencionó los términos feminista ni patriarcado. AMLO, audaz en comunicar, dio un discurso, no forzado sino imposiblemente feminista. Porque no quiere y porque no lo es. En México no hay un macho menos después de ese discurso de inauguración. Si acaso, como se observó en los cientos de comentarios del chat de la transmisión en vivo, hay otros hombres quejándose de las exigencias de las mujeres. Más parecidos al pensamiento del Director General de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga Navarro, mandando a las mujeres a leer si es que quieren igualdad. Así los criterios en este país, fomentados por su primer mandatario.

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