Una discusión recurrente entre analistas económicos es la de ¿hasta cuándo la Reserva Federal (Fed) dejará de subir su tasa de interés e incluso empezar a bajarla?
Así hay quienes argumentando tener dos trimestres consecutivos de bajas en la actividad económica, que es una recesión técnica, y un mercado laboral “muy apretado”, la Fed tendría que flexibilizar su política monetaria.
Otros señalan que la evidencia empírica muestra cómo un relajamiento prematuro, puede llevar a un rebote inflacionario, que posteriormente sería difícil de manejar y que ni siquiera debería considerarse, mientras la inflación no se consolide alrededor de la meta de 2%, lo que parece bastante lejano ya que las presiones inflacionarias siguen siendo altas.
Ante este escenario, es muy probable que las tasas de fondos federales lleguen a un nivel entre 4.25% y 4.50% el año que entra y pudieran empezar a bajar hasta 2024. Es de prever que Banco de México continuará con su compromiso de llevar la inflación a su nivel objetivo de 3%, por lo que seguirá subiendo su tasa de referencia. Llama entonces la estimación hecha en Criterios Generales de Política Económica (CGPE), de la estimación que hacen sobre ésta, ubicándola en 9% este año y una más baja de 8.5% en 2023.
Adicionalmente, el marco macroeconómico presentado en los CGPE se descuadra, cuando emplean la cifra más alta del rango estimado de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 3% para hacer los demás cálculos. Esto es tan improbable que, la mayoría de los analistas estiman un crecimiento de alrededor de 1.3% en 2023, esto descontando que aún no se sabe ni la evolución de la guerra Rusia-Ucrania y su impacto en precios, como tampoco el resultado de las consultas del T-MEC que puede acabar en onerosas sanciones. Por ello, el balance de riesgos es hacia la baja.
Lo mismo sucede con la inflación que de un casi 8%, ésta es rebajada a 3.2% en 2023, lo cual refleja un descenso drástico, muy improbable que suceda, cuando un nivel superior a 4.5% parecería lo razonable a esperar. De hecho, mayores expectativas inflacionarias general han sido recurrentes en 2022.
El optimismo en las variables básicas de la actividad económica y las tasas de interés, no termina ahí por los demás efectos en variables como: el servicio de la deuda externa, existente y nueva, o los ingreso tributarios esperados. Estos últimos previstos en 7.1 bdp, los cuales un poco más del 80% se visualiza provendrán de ingresos no petroleros y siendo que, éste es el primer paquete sin miscelánea fiscal en años.
Con mayor costo de deuda, el monto de la nueva, que será para pagar el servicio de intereses en 2023, será mayor y pondrá más presión a las finanzas gubernamentales. Y, además, estos recursos no se usarán para mayor inversión en infraestructura; incluso, para no incurrir en mayores desequilibrios, esto implicaría reducir gastos.
Los proyectos prioritarios serán siendo los icónicos de la actual administración, destacando el Tren Maya que tendrá una asignación presupuestal 120% superior el año que entra a éste y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) duplicará su subsidio a 836.2 mdp.; así como los proyectos sociales seguirán siendo atendidos. Otra carga pesada es la de pensiones y jubilaciones que sigue elevándose.
Con relación al precio del petróleo, éste luce conservador -68.7 dólares/barril-, pero otra vez las cifras optimistas en cuanto a la producción 1.872 millones de barriles diarios (mbd), cuando la actual está en 1.65 mbd y cayendo. Así, Pemex, deuda pública, pensiones y jubilaciones representan una elevada carga para las finanzas gubernamentales.
El paquete económico 2023 luce muy optimista en una coyuntura complicada, la realidad es que 2023 será un año de bajo crecimiento con una deuda en ascenso y el motor de la economía seguirá siendo el sector externo. Aún más, Estados Unidos ha abierto la puerta a México para participar en importantes inversiones, particularmente en el sector de semiconductores, ya que el país es estratégico para potenciar cadenas de suministro y competir con China. Esto representa una gran oportunidad, sin duda, para la generación de empleo y riqueza, y un aliciente para el crecimiento futuro.
Coordinadora de la Maestría en Economía y Negocios, y directora del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac en la Universidad Anáhuac México
Twitter: @IDEA_Anahuac