La que demostró en Hidalgo que los problemas “se le resbalan como en mantequilla”, nos cuentan, es a la alcaldesa de Tizayuca, Susana Araceli Ángeles Quezada (Morena), pues en su municipio tiene un fuerte problema con las extorsiones al transporte público que han generado bloqueos en la autopista México-Pachuca y una grave crisis de inseguridad, entre otros problemas de la localidad. Sin embargo, nos dicen, doña Susana evade el tema cada vez que puede y por el contrario está enfocada en promocionar su imagen en espectaculares y bardas, porque, eso sí, “tiene la mano muy alzada” para buscar ser senadora en las elecciones de 2024, por lo que en las calles varios comentan que “apenas puede con el municipio y ya quiere una silla más grande”. ¡Ouch!
No es acarreo, es “coperacha”
El que hizo “tremendo oso” en Chihuahua, nos cuentan, fue el coordinador de la bancada de Morena en el Congreso local, Cuauhtémoc Estrada Sotelo, pues reconoció que sí pagaron a simpatizantes y familias hasta mil pesos para que acudieran a una marcha en favor de los libros de texto en la capital, luego de que legisladores del PAN exhibieron esa práctica. Nos indican que, sin pudor, don Cuauhtémoc afirmó que sólo pagando a las personas pudieron llenar las calles cercanas al Palacio de Gobierno y que el dinero sólo fue “una cooperación para que las personas pudieran llegar a manifestarse”, porque “pues ¿cómo iban a llegar las personas a manifestarse?”, por lo que más de uno se pregunta si eso no es acarreo, ¿entonces qué es?
El vaso medio lleno o medio vacío
El que dejó “varias cejas levantas” en Jalisco, nos comparten, fue el gobernador Enrique Alfaro Ramírez (MC), pues en el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada aseguró que para su administración es un tema prioritario encontrar a las personas desaparecidas, y en 2023 se ha destinado un presupuesto histórico de poco más de 709 millones de pesos para todas las instituciones dedicadas a la búsqueda de personas. Sin embargo, nos indican, que sus detractores señalaron que se ve abultada la cifra, pero sí se divide ese presupuesto entre las 14 mil 78 víctimas de este delito que reconoce el gobierno del estado, sólo se destinan algo así como 50 mil pesos para tratar de localizar a cada uno de los desaparecidos. Cuestión de enfoques.