Los que “andan en boca de todos” en Veracruz, nos platican, son los consejeros del Organismo Público Local Electoral (OPLE), encabezados por la presidenta Marisol Delgadillo Morales, por “servirse con cuchara pozolera”. Nos detallan que los siete consejeros se fijaron un salario mensual neto de 116 mil pesos para cada uno, lo cual viola la Constitución local, pues establece que ningún servidor público puede ganar más que el gobernador o gobernadora en turno, quien percibe 67 mil pesos, pero doña Marisol niega violar los lineamientos de austeridad, asegura que “están conforme a los tabuladores que existen” y que ellos trabajan 24/7, aunque la mayoría les recuerda ese refrán de que “hay que ser puercos, pero no trompudos”. ¡Auch!
Acusan a diputada de poca empatía
Desde Hidalgo, nos cuentan que el secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna (Morena), “dejó varias bocas abiertas” tras señalar que, si Rosaura “N”, víctima de feminicidio, se hubiera acercado a las Jornadas por la Paz, la historia habría sido otra, luego de que amigos y allegados de la mujer acudieron a la mesa para exigir justicia. Sin embargo, nos indican que le fue peor a la diputada local de Morena, Tania Meza Escorza, quien aplaudió las declaraciones de don Guillermo, por lo que varias colectivas arremetieron en su contra, acusándola de defender al patriarcado, de poca empatía y de revictimización, además señalaron una grave ineptitud que contribuyó a ese desenlace. ¡Qué mal!
Muy diplomático, presidente de TEE
El que se anotó “su primer punto a favor” en Chihuahua, nos comentan, es el nuevo titular del Tribunal Estatal Electoral (TEE) Hugo Molina Martínez, pues logró reunir a “la crema y nata” del estado para su toma de protesta. Nos detallan que al acto acudió, desde la gobernadora María Eugenia Campos Galván (PAN), hasta los alcaldes, representantes del PRI, PAN y Morena y para “fumar la pipa de la paz”, don Hugo ofreció que será muy accesible y cercano, además de que recibirá y atenderá a todos los chihuahuenses sin importar colores e ideologías. A ver cuánto le dura el gusto, ¡Zas!