El que dejó varias cejas levantadas en Coahuila, nos cuentan, fue Jaime Martínez Veloz (MC), pues fue nombrado delegado del partido naranja en la entidad. Nos señalan que don Jaime volvió a su terruño después de pasar muchos años en Baja California, donde ocupó diferentes encomiendas, por lo que su nuevo puesto sorprendió a “propios y extraños”. Nos dicen que las especulaciones no se hicieron esperar y ya se comenta que su regreso a la tierra que lo vio nacer es para que “se vaya fogueando”, porque podría ser el “as bajo la manga” de su partido para las elecciones a gobernador, que tendrán lugar hasta 2029. ¡Qué anticipados!
Diputados de BCS dejan combate a la corrupción en puro discurso
Donde el combate a la corrupción quedó como “un bonito discurso”, nos platican, es en el Congreso de Baja California Sur, pues la diputada morenista Guadalupe Vázquez Jacinto intentó empujar su iniciativa de desafuero de servidores públicos, pero “se topó con pared”. Nos detallan que la presidenta de la Mesa Directiva, Arlene Moreno Maciel (PT), desapareció el punto del orden del día, con el pretexto de que le faltaban las firmas de las petistas Gabriela Montoya y Alondra Torres, esta última investigada por un presunto desvío millonario cuando fue síndica en Los Cabos. Sin embargo, en esa sesión pasó otro dictamen que tampoco iba completo y los petistas “sacaron su cobre” ¡Qué tal!
Critican a diputado por “echar bala”
Nos comentan que en Hidalgo, el diputado local perredista Leonel Perusquia Muedano está “en el ojo del huracán” pues fue captado en video disparando con un arma durante una convivencia con otros servidores públicos del municipio de Juárez. Nos relatan que en la grabación se observa que las detonaciones fueron en una zona poblada y con bebida en mano, por lo que fue duramente criticado. Incluso, el Congreso local “lo dejó morir solo” y sacó un comunicado en el que reprobó su forma “de divertirse”, llamó a los legis-ladores a conducirse con responsabilidad e informó que las autoridades investigan si hay alguna irregularidad. ¿No que muy “gallito”?