Donde más de uno se quedó “con el ojo cuadrado”, nos cuentan, es en Sinaloa, luego de que trascendió que la diputada local Briseida Valenzuela Buichia (PVEM) propondría cambiar de nombre al recién creado municipio de Eldorado, para que ahora se llame ¡Andrés Manuel López Obrador! Nos señalan que los primeros sorprendidos fueron los habitantes de esa localidad cañera, que lucharon mucho tiempo por independizarse de Culiacán. Además, varios acusan al coordinador de los legisladores del Verde, Rodolfo Valenzuela Sánchez, de tratar “de hacerse notar” con este tipo de “ocurrencias”, que ni los de Morena se han atrevido a hacer, y le recomendaron mejor gestionar apoyos para esta localidad. ¡Zas!
“Afinan” candidato para 2027
El que quiere revivir al PRI en Chihuahua a punta de canciones y corridos, nos cuentan, es el dirigente estatal, César Alejandro Domínguez, quien asegura que su partido estará más fuerte que nunca para la elección de gobernador del 2027. Nos señalan que don César adelantó que para la próxima elección de gobernador “su gallo” sería Juan Antonio Meléndez, alias Tony Meléndez, actualmente diputado federal y vocalista del famoso grupo Conjunto Primavera, y detalló que busca mover gente a como dé lugar para recuperar un poco el camino político en la entidad y por ello se apoyará en “uno de los cantantes más queridos del estado”. A ver “qué tal cantan las rancheras”. ¡Ajúa!
Alcaldes casi en primera fila
Desde Nuevo León, nos comparten que los alcaldes de Monterrey y San Nicolás de los Garza, Adrián de la Garza Santos (PRI) y Daniel Carrillo Martínez (PAN), “dejaron varias cejas levantadas”, pues “como las narices”, fueron de los primeros en apuntarse al Encuentro Nacional Municipal, que encabezó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en la Ciudad de México. Nos indican que, a pesar de provenir de partidos de oposición, don Adrián y don Daniel anduvieron muy sonrientes en el evento y hasta presumieron en redes sociales su presencia, aunque varios aseguran que ambos esperaban que alguien atendiera su lista de deseos y regresaron con las manos vacías, pero al menos “hicieron acto de presencia”. ¡Qué tal!