Los que “están en el ojo del huracán”, nos cuentan, son el gobernador de Baja California Sur, Víctor Castro Cosío (Morena), y la alcaldesa de La Paz, Milena Quiroga Romero (Morena), tras revelarse que sus gobiernos firmaron contratos con una empresa señalada por Estados Unidos de tener vínculos con Los Chapitos. Nos detallan que, cuando la prensa abordó a doña Milena, le entró la prisa, salió por la puerta trasera, cruzó entre jardineras y antes de subir a su camioneta afirmó que “no sabía” del tema, mientras don Víctor se dijo sorprendido y prometió investigar. Nos señalan que los detractores de doña Milena ya le pidieron que si busca la candidatura a la gubernatura, dé la cara y transparente los contratos. ¡Auch!
Tiene alcalde respaldo naranja
El que llegó a Sonora para agitar el “avispero político”, nos cuentan, fue el dirigente nacional de MC, Jorge Álvarez Máynez, quien no sólo fue a la inauguración de la Casa Naranja en Hermosillo, sino que dejó en claro que su partido apoya la candidatura del alcalde panista de la capital, Antonio Astiazarán Gutiérrez, rumbo a la gubernatura. Nos explican que don Antonio es la figura más buscada por la oposición para que sea su gallo, por lo que la aclaración de don Jorge lleva el nombre y apellido de la coordinadora estatal de MC, Natalia Rivera Grijalva, quien estaba renuente en apoyar a don Antonio porque tenía aspiraciones, pero “donde manda capitán, no gobierna marinero”. ¡Zas!
Va Nayarit contra “derecho de piso”
Nos comentan que el gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero (Morena), “sorprendió a propios y extraños” porque, por primera vez en lo que va de su administración, reconoció que hay grupos delictivos que cobran “derecho de piso” en algunas ferias organizadas por los ayuntamientos del estado. Nos detallan que, hace unos días, durante la reunión de seguridad a la que fueron convocados todos los alcaldes y directores de las policías municipales, don Miguel Ángel les pidió que asuman su responsabilidad en esos casos y no sean omisos, aunque falta ver si le hacen caso o va a ser un “llamado a misa” que después tenga consecuencias. ¡Qué tal!