Donde “están duros los golpes bajo la mesa”, nos platican, es en Veracruz entre los liderazgos morenistas, pues “el colmo” fue que la disputa llegó hasta la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, con la acusación de misoginia contra el actual presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso estatal, Esteban Bautista Hernández (Morena). Nos explican que don Esteban ha denunciado una serie de irregularidades administrativas de su antecesor y actual delegado de programas sociales, el morenista Juan Javier Gómez Cazarín, y dicen los analistas locales que en desquite fue “a meter ruido” con doña Claudia, por lo que muchos les recuerdan que “la ropa sucia se lava mejor en casa”. ¡Auch!
Gabinete desquita el sueldo
Quien pasó en Sinaloa la Navidad “en estado seco” y “en alerta”, nos cuentan, fue el gabinete del gobernador Rubén Rocha Moya (Morena), ya que no hubo vacaciones para nadie. Nos detallan que los funcionarios tuvieron que estar en sus oficinas “frescos como lechuga” por si don Rubén requería algún dato o sólo para “pasar lista”, y más porque en la entidad estuvo el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, para coordinar las acciones de pacificación y, aunque varios hacen planes para que les repongan estos días en enero, algunos les recuerdan que “el horno no está para bollos” y más porque don Rubén sigue haciendo ajustes en sus filas para la segunda parte de su sexenio. “Agua y ajo”.
“Mucho ayuda el que no estorba”
Desde Chihuahua, nos comentan que el senador Juan Carlos Loera de la Rosa (Morena) no quedó “muy bien parado” en Ciudad Juárez, debido a que en lugar de realizar gestiones a favor de la frontera, logró la cancelación de una obra que realizaba Ferromex, un puente para evitar afectaciones por el paso de las vías del tren en esa zona y que tenía una inversión de 450 millones de pesos. Nos detallan que don Juan Carlos se empeñó hasta que logró que el INAH ordenara la suspensión de los trabajos, lo que puso fúricos a colegios de ingenieros, arquitectos y ciudadanos, así como a quienes trabajaban en la obra, aunque Ferromex buscará modificar el proyecto para así poder dejar la inversión de más de 450 millones en la ciudad fronteriza. Como dicen, “no me ayudes, compadre”.