La que “anda con la guadaña afilada” en Morelos, nos comentan, es la gobernadora Margarita González Saravia (Morena), pues sigue “a rajatabla” eso de “cero tolerancia contra la corrupción” y anda con lupa buscando la más mínima irregularidad para ordenar las destituciones correspondientes. Hasta ahora, nos señalan, en la coordinación de Movilidad y Transporte van dos servidores despedidos por “tufos” de corrupción, otro caso en el Instituto de Educación Básica y uno más en la Dirección del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos, donde había datos de supuestas irregularidades y ordenó cesar a los involucrados. ¡No dejará títere con cabeza!
Le cae “tormenta de reclamos” a edil
Al que “le salió el chirrión por el palito” en Sinaloa, nos cuentan, fue al alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil (Morena), pues se le ocurrió organizar una sesión del Cabildo abierto. Como era de esperarse, nos relatan, abundaron los reclamos por su ausencia en los últimos seis meses de violencia en la capital, incluso el chef y empresario Miguel Taniyama Ceballos le reclamó: “no te vemos, ni das la cara”, además de que le reprochó que se hayan dado a minicomerciantes un apoyo de sólo 5 mil pesos para sobrevivir, pues dividido por el tiempo de la crisis son siete pesos diarios, mientras a don Juan de Dios y a los regidores “se le iban y venían los colores”. ¡A ver cuándo la siguiente!
Pasea Garduño más relajado
Desde Chihuahua, nos platican que al que se le vio un poco más relajado visitando el estado fue al comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño Yáñez (Morena), luego de que libró su proceso penal por el incendio en la estación migratoria. Nos relatan que don Francisco acudió hace una semana muy puntual y en primera fila al informe de la gobernadora María Eugenia Campos Galván (PAN) y días después volvió a la frontera para tener una reunión con su equipo a puerta cerrada con llave y toda la cosa, aunque, nos dicen, no se le quita la costumbre de pasar de largo “sin pelar a la gente” y mucho menos responder preguntas, pues como dicen, “genio y figura”. ¡Qué tal!