Al que le tiraron los “castillos en el aire”, nos platican, es al secretario de Seguridad Pública de Zacatecas, Arturo Medina Mayoral, en plena conferencia con medios. Nos relatan que don Arturo estaba muy entrado hablando de los “buenos resultados” de la estrategia de pacificación del gobierno de David Monreal Ávila (Morena), cuando fue cuestionado y no tuvo otro remedio que confirmar que dos policías de Villa García fueron levantados por integrantes del crimen organizado en plena comandancia y lo peor es que se suman a otros dos policías viales plagiados en el municipio de Pinos y un custodio penitenciario levantado en Noria de Ángeles, es decir, oficialmente cinco efectivos de quienes se desconoce su paradero, por lo que don Arturo tuvo que apechugar y reconocer que no todo pinta tan bonito. ¡Zas!
Informe de Layda deja ver diferencia entre gobernadores
Donde sigue “saliendo tela de dónde cortar”, nos cuentan, es del segundo informe de la gobernadora Layda Sansores San Román (Morena), pues no tuvo buena convocatoria de mandatarios. Nos detallan que en el evento fue notoria la ausencia de los titulares del Ejecutivo estatal de Tabasco, Carlos Manuel Merino Campos (Morena), de Chiapas; Rutilio Escandón Cadenas (Morena), y de Yucatán, Mauricio Vila Dosal (PAN), tres de sus cuatro vecinos, y en el caso de los morenistas, simpatizantes de la corcholata presidencial Adán Augusto López Hernández. Los que sí asistieron fueron los gobernadores de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa (Morena), y de Puebla, Sergio Salomón Céspedes (Morena), ambos impulsores de Claudia Sheinbaum, por lo que varios se preguntan ¿será que el proceso interno de Morena esté marcando bandos?
Austeridad en auto deportivo
Al que “le fue como en feria” en Puebla, nos comparten, fue a José Luis García Parra (Morena), conocido como El Choco, coordinador de asesores del senador morenista Alejandro Armenta Mier, quien busca ser candidato guinda a la gubernatura. Nos relatan que don José Luis fue exhibido en redes sociales en su nuevo “carrito” deportivo de alta gama, con un valor de más de 3 millones de pesos, lo que generó una ola de críticas, en las que le reprocharon la mentada “austeridad republicana de la 4T”, por lo que tuvo que salir a disculparse, a decir que fue un error y que fue “una decisión totalmente personal” para no embarrar a su jefe, pero como la desaprobación llegó a “altos oídos”, a don José Luis, “con todo dolor de su corazón”, no le quedó de otra que devolver el flamante vehículo, “sin un rayón de mosca” y hasta presentó su renuncia. ¡Ouch!