Nos comparten que en los pasillos de Palacio de Gobierno de Morelos se dice que, a un año de haber asumido el cargo, la gobernadora Margarita González Saravia (Morena) no cuenta con gente de confianza a su alrededor y su principal apoyo ha sido el gobierno federal y los poderes Legislativo y Judicial del estado, aunque aún batalla con algunos diputados leales a su antecesor, Cuauhtémoc Blanco Bravo (Morena). Nos explican que sus principales colaboradores han demostrado inexperiencia en los momentos de crisis política, mientras que otros funcionarios han sido despedidos por presuntos actos de corrupción, a pesar de que algunos de ellos la acompañaron desde la campaña, lo que la ha dejado sin un “brazo fuerte”. ¡Qué tal!
Alcanza violencia a la Iglesia
Donde la tensión se disparó en cosa de días, nos señalan, es en Chilpancingo y alrededores, pues tras la parálisis que vivió la capital guerrerense hace una semana, por ataques a vendedores de pollo y al transporte público, el obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, salió el sábado a ofrecer la intermediación de la Iglesia católica para establecer nuevas treguas. Sin embargo, ese mismo día desapareció el padre Bertoldo Pantaleón Estrada, párroco de Mezcala, de la misma Diócesis que el obispo, quien este lunes fue encontrado sin vida. Todo esto, nos explican, evidencia que ningún sector de Chilpancingo es ajeno a la violencia criminal. Si la Iglesia no media, ¿quién podrá defenderlos?
Exigen resultados a CEDH
El que parece “candil de la calle”, nos comentan, es el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Michoacán, Josué Alfonso Mejía Pineda, pues desde su llegada al cargo, hace unos meses, se la pasa tomándose fotos con la clase política. Nos recuerdan que su antecesor, Marco Antonio Tinoco Álvarez, pasó de noche, porque dejó en el abandono al organismo y no es recordado muy gratamente por el personal, por lo que ahora más de uno le pide a don Josué que se enfoque en su chamba y no se olvide de la dependencia, que para algo está en ese cargo. ¡Zas!