Desde Baja California Sur nos cuentan que la última travesura del gobernador Víctor Castro Cosío (Morena), con apoyo del Congreso local morenista, fue reducirle 50 millones de pesos al presupuesto del Instituto Estatal Electoral para gasto ordinario y las elecciones. Nos indican que don Víctor le mandó decir al consejero presidente Alejandro Palacios que haga “reingeniería” y se ajuste el cinturón porque “hay prioridades”, por lo que especialistas electorales y la oposición llamaron a don Víctor a la sensatez y cuestionaron si no es prioridad la democracia y la participación ciudadana, pues le recordaron que la entidad es extensa y la población dispersa, lo que encarece todo. ¡Que alguien le explique!
Lo que sea por una candidatura
Desde Chihuahua nos dicen que la presidenta del Congreso local, Adriana Terrazas Porras (Morena), anda como en “el juego de las sillas”, buscando la suya. Nos explican que doña Adriana se hizo mala fama en su partido, por apoyar iniciativas del PAN, y ahora, al momento de las candidaturas, la dirigencia de Morena “hizo como que la Virgen le habla” y le mandó decir que los distritos electorales ya tienen nombre y apellido... y no está el de ella, por lo que doña Adriana se ha enfocado en “pepenar” un lugar de lo que sea, diputación local, federal o escaño, y hasta se ha flexibilizado para que sea por el partido que sea, pues ya no se fija en “pequeñeces”. ¡Cuánta convicción!
En Veracruz, entre candidatas y malas compañías
Nos comentan que media docena de “liderazgos” y funcionarios veracruzanos, del gobierno del morenista Cuitláhuac García Jiménez, andan de capa caída porque su virtual candidata a la gubernatura, Rocío Nahle García, los tiene más que congelados. Sin embargo, nos indican que hay quienes le dan la razón a doña Rocío, porque esos personajes que hoy lloran amargamente llevan más de cinco años haciendo y deshaciendo a placer, aunque también hay quien considera que la aspirante morenista sigue sin sacudirse a liderazgos que hicieron mucho daño al estado y que seguramente le pegarán a sus aspiraciones. ¿Acaso soy yo, maestro?