El que parece que adelantó “las fiestas patrias”, nos cuentan, fue al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez (Morena), pues celebró a lo grande la victoria de Claudia Sheinbaum (Morena). Nos relatan que, en días pasados, don Cuitláhuac se había enfermado y hasta se ausentó del informe del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que levantó especulaciones. Sin embargo, tras conocer el resultado de las encuestas, sus principales operadores políticos brincaron de contentos y festejaron en la plaza principal de Xalapa, mientras que don Cuitláhuac no se aguantó las ganas y salió al balcón del Palacio de Gobierno y al día siguiente se fue a la Ciudad de México para estar en primera fila en el “cambio de bastón de mando”, aunque varios opinaron que no se le quita lo “candil de la calle, oscuridad de la casa”.
Más a fuerza que de ganas
En Guanajuato, nos platican que al secretario de Seguridad Pública del Estado, Alvar Cabeza de Vaca, casi le tuvieron que hacer “manita de puerco” los colectivos de madres buscadoras para que les brindara vigilancia en los rastreos de personas desaparecidas. Nos indican que no fue por sensibilidad, derechos humanos o por espontáneo que don Alvar prometió el apoyo policiaco, sino por la presión que sintió por el incremento de protestas, marchas y un plantón que montaron activistas y generaron que el mando policiaco lo checara con el secretario de Gobierno, Jesús Oviedo Herrera (PAN), y accedió, aunque sea muy a regañadientes. ¡Ouch!
Reconocen apoyo a migrantes
Desde Morelos, nos comparten que quien anda “con sonrisa de lado a lado” es el coordinador general de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, Rabindranath Salazar Solorio (Morena), pues recibió la condecoración Medalla Internacional Máximo Orgullo Hispano de la Confederación Internacional de Migrantes. Nos detallan que el presidente de la organización, Pablo Castro, recordó que don Rabindranath ha trabajado en favor de esa comunidad en sus cargos en la alcaldía de Jiutepec, la diputación local o en el Senado, a lo que don Rabín respondió que los migrantes son mexicanos que merecen respeto y apoyo y no sólo son remesas, “son cultura y tradiciones”. ¡Qué tal!