La que no se resigna a la derrota en Sonora, nos cuentan, es la extitular de Seguridad Pública estatal y abanderada morenista a la alcaldía de Hermosillo, María Dolores del Río Sánchez. Nos relatan que doña Dolores impugnó los resultados de la elección del pasado 2 de junio, por lo que el Tribunal Estatal Electoral (TEE) ordenó el recuento de 378 casillas y, aunque los morenistas intentaron reventar las sesiones para alegar falta de condiciones, los funcionarios aguantaron bien y en el segundo “round” volvió a ganar el alcalde reelecto Antonio Astiazarán Gutiérrez (PAN), por lo que el clamor popular le dice a doña Dolores ¡ya supérelo!
Crecen reclamos por falta de agua
Al que se le están juntando los “malquerientes” en Nuevo León, nos comentan, es a Juan Ignacio Barragán Villarreal (MC), director de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, por la falta de líquido en algunas zonas. Nos relatan que, de entrada, ciudadanos han ido a protestar a las oficinas y a exigir que el servicio (nada barato) no se les cobre, además de que el dirigente estatal del PRI, José Luis Garza Ochoa, exigió la renuncia de don Juan Ignacio, y hasta el alcalde de Santa Catarina, Jesús Nava Rivera (MC), explotó en contra del gobierno estatal, a pesar de que son del mismo partido, porque su municipio lleva más de dos semanas a secas, pero al parecer “predica en el desierto”. ¡Zas!
Olvidan sede estatal morenistas
Desde Morelos nos platican que “nadie sabe, nadie supo” cuál será el destino de la sede de Morena estatal, pues poco falta para que se le declare “zona de silencio”, porque el inmueble luce vacío y sin nada de movimiento. Nos indican que varios desconocen su futuro, pues aunque Morena ganó la gubernatura, no se sabe si continuará al frente de la dirigencia estatal Ulises Bravo Molina, hermano del gobernador, luego de que fue desplazado por el equipo del exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández (Morena) e incluso ahora los muy observadores aseguran que la sede morenista luce peor que los edificios del PRI y el PRD, los cuales cayeron en desgracia. “Lo bueno que ganaron”.