El que “anda con los guantes puestos” en Chiapas, nos cuentan, es el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Horacio Culebro Borrayas, pues anda de pleito “con propios y extraños” y acusó sin pruebas a una periodista de pedirle 80 mil pesos. Nos señalan que don Horacio se ha dedicado a andar “en todo, menos en misa”, pues ocupa gran parte de su tiempo en exaltar su figura en reuniones ajenas a la dependencia que maneja, pero se topó con pared, pues la comunicadora interpuso una denuncia ante la fiscalía estatal para pedirle al ómbudsman que demuestre con documentos, grabaciones de video o de audio el momento en el que le pidió el dinero o se atenga a las consecuencias. ¡Qué tal!
El “elegante” alcalde de Elota
Desde Sinaloa nos platican que el alcalde de Elota, Richard Millán Vázquez (MC), mostró que no le preocupa el qué dirán, pues hace unos días lució un atuendo “digno de pasarela” con una camisa blanca, moño negro, un saco sport a rayas y unos lentes de moda, para recibir el programa del Doctor Vagón en su municipio. Nos refieren que, en las calles, don Richard ha sido muy criticado por haber festejado su más reciente cumpleaños con música en vivo en el ayuntamiento y porque nunca aclaró los gastos de su último viaje a París, por lo que el que se luzca “como un figurín” no le cae muy bien a los habitantes, a pesar de que él crea que “lo principal es que le responde al pueblo”. ¡Qué elegancia la de Francia!
Exfuncionario de Chihuahua queda sin amparos
Al que le sigue lloviendo sobre mojado en Chihuahua, nos comentan, es a Arturo Fuentes Vélez, exsecretario de Hacienda en el gobierno de Javier Corral Jurado (Morena), pues por tercera vez fue declarado prófugo de la justicia por la Fiscalía Anticorrupción del estado. Nos relatan que jueces federales dejaron sin efecto los amparos que protegían a don Arturo contra las órdenes de captura, pues las suspensiones estaban condicionadas a que compareciera voluntariamente ante la autoridad judicial en un plazo de tres días, lo cual no hizo y ahora deberá andar “a salto de mata” para que “no le echen el guante”. ¡Zas!