Desde Veracruz, nos platican que el termómetro político subió de temperatura, luego de que los resultados de las auditorías practicadas al último año de gobierno del morenista Cuitláhuac García Jiménez pusieron al descubierto una serie de graves irregularidades y desvíos de recursos. Nos relatan que el líder estatal de Morena, Esteban Ramírez Zepeta, salió a querer “lavarle las manos” a don Cuitláhuac, pero casi de inmediato brincó el dirigente estatal de MC, Luis Carbonell de la Hoz, quien no bajó a los morenistas de “corruptos y ladrones” y detalló que el quebranto por la remodelación del Estadio Luis ‘Pirata’ Fuente fue cercano a los 200 millones mientras que en el Aquarium es de casi 80 millones de pesos. ¡Vaya caja de Pandora!
Falla alcalde en emergencia
El que se llevó “tremenda sacudida” por el huracán Priscilla en Baja California Sur, nos cuentan, fue el alcalde de Comondú, Roberto Pantoja Castro (Morena). En una reunión del Consejo Estatal de Protección Civil, nos relatan que don Roberto participó en línea como si estuviera en su municipio, pero en la siguiente sesión su propio secretario general lo delató al justificar que no estaba conectado porque venía viajando desde la Ciudad de México y la cosa no paró ahí, pues don Roberto había presumido que el bordo de contención del mar en la comunidad de San Carlos, la cual suele inundarse, lo reforzarían, pero se rompió y tuvo que intervenir el Ejército, por lo que el edil fue tundido en redes sociales. ¡Está bueno para las emergencias!
Autoridades, “de brazos cruzados”
Nos comentan que en Hidalgo el alcalde de Mineral de la Reforma, Eduardo Medécigo Rubio (Morena) se “lavó las manos”, pues en una manifestación en la que habitantes exigían la rehabilitación de una vialidad, llegó un grupo de choque, en el que estaba un sujeto con arma blanca que intentó lesionar a un vecino y, a pesar de que la Policía Municipal estaba ahí, no intervino. Nos relatan que don Eduardo justificó que no actuaron “para no hacer más grande la situación”, lo que molestó a los habitantes, quienes le recordaron a don Eduardo que la omisión también es un delito. ¡Zas!