El que se está convirtiendo en “la piedra en el zapato” de la gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia (Morena), nos platican, es su secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Miguel Ángel Urrutia Lozano, porque en momentos importantes no está disponible. Nos detallan que “la gota que llenó el vaso” fue que la entidad está en el top ten de mayor incidencia delictiva en el país, lo cual incomodó a doña Margarita al grado de que, en conferencia ante medios de comunicación, prefirió “lavarse las manos” y endosó a don Miguel Ángel la responsabilidad de explicar la situación en materia de seguridad pública. ¿Será que el funcionario ya esté en 3 y 2?
Diputado morenista ¡acusa opacidad!
Desde Coahuila, nos cuentan que tras el informe del gobernador Manolo Jiménez Salinas (PRI) iniciaron las comparecencias de su gabinete en el Congreso local. Nos relatan que todo iba tranquilo, hasta que el diputado local Antonio Attolini Murra (Morena) pidió la renuncia del titular de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado, Javier de Jesús Rodríguez (PRI), pues lo acusó de no haber hecho públicos datos, como las manifestaciones de impacto ambiental y cuántas empresas han presentado este año su informe de contaminantes, a lo que don Javier no se quedó callado y le respondió que “su jefe no era él, sino don Manolo”, aunque otros señalan que “busca la paja en el ojo ajeno” ¡Auch!
Otro “ring” de morenistas vs. panistas
Donde la confrontación “sube de tono”, nos comentan, es en Chihuahua, entre la diputada local de Morena, Brenda Francisca Ríos Prieto, y el alcalde de la capital, Marco Antonio Bonilla Mendoza (PAN). Nos recuerdan que ambos ya traían fricciones, pues doña Brenda lo denunció ante la Fiscalía Anticorrupción por presuntos actos de corrupción vinculados al Cártel Inmobiliario, a lo que don Marco respondió que era “puro rollo político” y señaló que la legisladora tiene “un historial cuestionable en cuanto a su manejo público”, lo que molestó a doña Brenda y “ni tarda ni perezosa” lo denunció ante el IEE, por violencia política en razón de género y por lo que se ve, el pleito va para largo. ¡Qué tal!