El que “se siente en las nubes” en Zacatecas, nos cuentan, es el gobernador David Monreal Ávila (Morena), luego de que el gobierno federal “le puso la estrellita en la frente” por la baja en los índices de homicidios y hasta armó un megaevento para presumir “sus logros”. Nos relatan que don David “se le fue a la yugular” (con excepción de su hermano Ricardo) a los exgobernadores Amalia García Medina (MC) y los priistas Miguel Alonso Reyes y Alejandro Tello, a quienes culpó de ser los artífices de la violencia, mientras él “se vistió de Avenger” al afirmar que ha recobrado la paz en su estado, además declaró el 2025 como “el año del bienestar” y hasta rolita tiene para “llegarle a la chaviza”. Zacatecanos, ¡paren de sufrir!
Presume alcalde hasta el bebedero
Desde Sonora, nos cuentan que al alcalde de Cajeme, Javier Lamarque Cano (Morena), “lo tundieron duro y tupido”, luego de que inauguró un bebedero en el ayuntamiento para sus empleados, mientras la ciudad está hundida en inseguridad y violencia. Nos señalan que, en un principio, don Javier se sintió muy ofendido por las críticas, pero después agradeció a sus detractores, porque “lo están haciendo famoso”, pues es de los que dice que “hablen bien o mal de mí, pero que hablen” y más porque, nos dicen, tiene el ojo bien fijo a ser candidato a gobernador y no quiere salir de los reflectores. ¡Qué tal!
La feria ¿del despilfarro?
Donde “hubo varias cejas levantadas”, nos cuentan fue en Guanajuato, luego de que se anunció “con bombo y platillo”, como uno de los actos estelares en la Feria de León, la conferencia de la tenista Serena Williams, pero no fue lo que se esperaba, pues más bien fue una entrevista en la que no hubo traductor y había muchas sillas vacías por la falta de asistentes. Nos indican que la participación de la atleta y de otros conferencistas costó más de 25 millones de pesos, por lo que varios cuestionan a David Novoa Toscano, presidente del patronato, por el dispendio que se hace y hasta el diputado federal panista Miguel Ángel Salim Alle no descartó que se pida una auditoría. ¡Zas!