A la que le “fue como en feria” en Veracruz, nos platican, fue a la alcaldesa de Álamo, la morenista Lilia Arrieta Pardo, pues se le ocurrió visitar “como la fresca mañana” una zona afectada por las lluvias de hace más de 10 días, pero fue echada a mentadas y lodo por los habitantes afectados. Nos relatan que los vecinos están enfurecidos porque doña Lilia nunca se apareció en los momentos más difíciles de la emergencia y los ha dejado solos, por lo que más de uno le arrojó lodo mientras la edil emprendía la huida ante “un coro de insultos”, y mientras unos dicen que “es karma”, otros advierten que a ver si no sale con que “ella no tiene la culpa de las lluvias” como “alguien” por ahí. ¡Auch!
“Agua y aceite” contra senadora
Desde Zacatecas, nos cuentan que los jaloneos en Morena “están al día”, al grado que hicieron coincidir al senador Saúl Monreal Ávila y al diputado federal Ulises Mejía Haro (de corrientes opuestas), quienes criticaron severamente el uso excesivo de publicidad de la senadora Verónica Díaz Robles (Morena) para promover su primer informe legislativo. Nos detallan que don Saúl se pronunció en contra de las imposiciones y pidió a su hermano, el gobernador David Monreal (Morena), “poner en cintura” a sus funcionarios que anduvieron en “las cargadas” para echarle porras a doña Verónica, mientras don Ulises exigió que se investiguen si en estos actos hubo condicionamiento de programas sociales y se verifique el uso de recursos públicos. ¿Se agranda la fractura?
¿Un año le duraría el gusto?
Donde se encendieron las alertas en San Luis Potosí, nos comparten, es en el recién creado municipio Villa de Pozos, pues a poco más de un año de su creación se podría quedar sin su presidenta concejal. Nos recuerdan que en agosto del año pasado el Congreso local nombró a María Teresa de Jesús Rivera Acevedo (PVEM) en dicho cargo, pero en los pasillos del ayuntamiento se habla de que ya prepara su renuncia ante lo caótico que ha sido la transición de delegación a municipio, aunque sus detractores aseguran que ven difícil que renuncie a su sueldazo de más de 66 mil pesos. ¡Qué tal!

