Donde los cacicazgos están “a la orden del día”, nos platican, es en Chiapas, pues Francisco Amadeo Espinosa Ramos, diputado federal y líder estatal del PT desde hace 30 años, le heredó la dirigencia a su hijo recién egresado de la universidad (en 2023), Francisco Amadeo Espinosa Trujillo, con el aval y aplausos del líder nacional, Alberto Anaya Gutiérrez, consejeros municipales y distritales. Nos indican que el partido no es “cualquier cosa”, pues es la tercera fuerza política del estado y el principal aliado de Morena y PVEM, además de que el año pasado recibió más de 16 millones de pesos de financiamiento público y para las campañas, y mientras algunos ironizaron que “parece Corea del Norte”, el joven Amadeo prepara una gira para conocer su nuevo terruño. ¡Ese es mijo!
Senadora torea a contrincantes
La que “anda toreando” a sus adversarios en Chihuahua, nos comentan, es la senadora Andrea Chávez Treviño (Morena), pues desplegó en Ciudad Juárez varios espectaculares en las principales avenidas, con su imagen y la leyenda: “Chihuahua prioridad de la cuarta transformación”. Nos explican que no es un secreto que doña Andrea busca ser la candidata a la gubernatura en 2027, pero lo que llamó la atención es que se lanzó “en terreno ajeno”, es decir, en esta ciudad fronteriza que gobierna Cruz Pérez Cuéllar (Morena), uno de sus más fuertes contendientes para el cargo, por lo que se pronostican varios “golpes bajo la mesa”. ¡Auch!
Exalcalde “se lava las manos”
Desde Sinaloa, nos cuentan que el exalcalde de Mazatlán Luis Guillermo Benítez Torres (Morena) “aplicó la de Pilatos” con los señalamientos de que estuvo atrás de los gritos de “¡fuera Rocha!” que retumbaron en la marcha para reclamar por el asesinato de los dos menores en Culiacán. Nos indican que en los pasillos de Palacio de Gobierno hubo sorpresa al saber que presuntamente algunos de los participantes eran militantes de Morena, por lo que varios señalaron a don Guillermo, quien “no se quiso quedar con la daga clavada” y pidió que se busque “a otro puerquito” para atribuirle los reclamos, pues él ya tiene suficiente. ¡Zas!