El que “está en el ojo del huracán”, nos cuentan, es el gobierno de Veracruz, luego del caso de las seis jóvenes colombianas privadas de la libertad que fueron víctimas de explotación sexual y rescatadas en la zona turística de Veracruz-Boca del Río. Nos detallan que a las víctimas les prometieron un trabajo de modelaje y la mujer que presuntamente las enganchó colaboraba en el Centro Integral de Justicia para las Mujeres del Gobierno estatal, por lo que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez (Morena) salió a “curarse en salud” e informó que la implicada sólo había hecho su servicio social en esa dependencia y fue hace tiempo, aunque algunos señalan que el caso sí “le metió un gol”. ¡Zas!
Alcalde en busca de aliados
Desde Nuevo León, nos comentan que el inicio de los alcaldes ha sido con la bandera de coordinación y buena onda, pero no faltó el que anda buscando “llevar agua a su molino”. Nos relatan que el alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza Santos (PRI), quiso madrugar y se reunió con nueve de sus homólogos de la zona Metropolitana, con la intención de revivir la mesa de coordinación (la cual antes servía para exigir acciones al gobierno estatal), justo un día antes de la invitación que había hecho el gobernador Samuel García Sepúlveda (MC) a los ediles, al Palacio de Gobierno para limar asperezas y trabajar en equipo y a la cual también fue don Adrián. ¿Habrá camaradería?
Sin experiencia, pero “con garra”
La que dejó varias bocas abiertas en Chihuahua, nos comparten, fue la nueva regidora del Cabildo de Ciudad Juárez, Luz Clara Cristo Sosa (Partido del Pueblo), quien no cuenta con experiencia en la política, pero sacó las garras. Nos relatan que en la primera sesión de Cabildo, la joven Luz Clara se negó a que la administración municipal donara equipo a cuatro municipios, pues consideró que no es adecuado y ya enojada llamó “macuarros” y “retrasados mentales” a los regidores de Morena, PT, PVEM, PRI y PAN por avalar dicha medida y aunque algunos aplauden que se refresque la oposición, hay otros que se sienten ofendidos y la llaman clasista. ¡Qué elegancia la de Francia!