Desde Sinaloa, nos cuentan que el gobernador Rubén Rocha Moya (Morena) comenzó a “barajear currículums” para suplir a los funcionarios de su gabinete que “abandonarán el barco” de su gobierno para buscar una candidatura. Nos explican que, por lo pronto, se lanzarán a la aventura el secretario general de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez, la titular de Educación Pública y Cultura, Graciela Domínguez Nava, y la de Bienestar y Desarrollo Sustentable, María Inés Pérez Corrales, y se espera que dejen su cargo a principios de diciembre, por lo que don Rubén está revisando perfiles, entre los que podrían quedar alcaldes o diputados locales que no alcanzaron su reelección. ¡Qué tal!
“Fuego amigo” contra alcalde de Los Cabos
En medio de la disputa por candidaturas, al que “le podría caer la noche” en Baja California Sur, nos cuentan, es al alcalde de Los Cabos, Óscar Leggs Castro (PT), quien busca la reelección, pero regidores morenistas y petistas lo balconearon por presuntamente otorgar a amigos y compadres licitaciones directas de servicios públicos y hacer negocio con la venta de pipas con agua, además de gastar recursos millonarios en fiestas, de tener a decenas de familiares en la nómina del ayuntamiento y hasta de no entregar cuentas claras a la Auditoría Superior de la Federación, y aunque don Óscar los acusó de “fuego amigo”, nunca aclaró que no fuera cierto. ¿Será que la ropa sucia se lave en casa?
Alfombra naranja para diputada
La que tuvo “un golpe de suerte” en Guanajuato, nos comentan, es la diputada local Yulma Rocha Aguilar (MC), pues apenas a principios de mes renunció a 27 años de militancia priista para afiliarse a Movimiento Ciudadano, donde “se sacó la lotería” y ahora está registrada como precandidata naranja a la gubernatura. Nos indican que doña Yulma se ha sabido mover en el partido naranja, pues en el Congreso local ha hecho mancuerna con Dessire Ángel Rocha (MC) para buscar que la bancada emecista sea reconocida y poder gozar de las prerrogativas y representación en la Junta de Gobierno, aunque tratan de apurar el trámite porque la campaña llama. ¡Vaya “suerte”!